Reportaje fotográfico de Dublín. (Visitando a Irene).
Del 6 al 10 de octubre de 2017 estuvimos en Dublín visitando a nuestra sobrina Irene, acompañando a sus padres Verónica y Jose.
No soy de hacer fotos viajeras al estilo de Argan y Manuel Jurado, entre otros insignes fotógrafos, como Rafael Vilas, Carlos Samaniego, etc.
En Dublín, sin embargo, gasté la batería de la cámara digital, motivo por el que en el reportaje faltan el parque central y la excursión a los acantilados.
No pudiendo hacer más fotos, escribí una poesía, ya editada en el blog.
Reproduzco de nuevo la poesía, que expresa mi vivencia interior de la experiencia, al final del reportaje.
Las fotos están desordenadas y su elección es subjetiva.
¡Qué bonito es el otoño, joder!
¿A que parece el plano de una peli?
Al fondo nuestro hotel
Avenida del barrio de nuestro hotel
Avenida central con el obelisco al fondo
Catedral de Saint Patrick
Desgaste de la piedra caliza
Fachada de viviendas con escaleras y árboles podados
El día está nublado pero da gusto salir a pasear
En la Pembroke road, dónde también se encuentra nuestro hotel
En un escaparate junto al mercadillo
Escondiéndose justo a tiempo tras el árbol
Farola con edificios al fondo
Foto del grupo tomada por Ana, la amiga de Irene
Google y Jose, viejos amigos
Gulliver reducido por los liliputienses en un rosetón
Jardín de un bloque de viviendas
Jose tocando el árbol de muérdago que da buena suerte
Mónica con su amigo el Alien
Mónica con Irene, nuestra estudiante residente
Mónica y yo ante la catedral de Saint Patrick
El grupo con Ana, la compa de Irene
Nuestros guías, Vero y Jose, siempre buscando una ruta segura
Un jardín exótico privado, próximo a la parada de nuestro bus
Jardín exótico desde otro ángulo
Reformas en una acera del centro urbano
Residencia de Irene. Apartamento compartido con dos amigas
Tía y sobrina (Mónica e Irene)
Vero y Jose, los liantes que nos trajeron a Dublín
Zona de pubs al atardecer
Sé lo que estáis pensando: "Gracias a Dios que se le agotó la batería de la cámara de fotos".
Pero... no por eso os vais a librar de la poesía:
DUBLÍN,
WEEKEND (octubre 2017)
Estúpida mente sin
brillo, confusa vacuidad.
Mapa cambiante de
rostros y lugares,
-calidoscopio a pie o
desde autobuses-,
extraviando mi baldía
mirada sin disfraz.
Alegre sinfonía de
voces coloquiales
cual pájaros alegres
surcando la ciudad.
La noche estalla
escandalosa con voces y risas
desmedidas, inundando
cada rincón del "pub",
asolando sin tregua un
cansancio viajero,
donde oculto,
extranjero, mi secreta orfandad.
Gaviotas y focas
colorean el puerto.
En los acantilados se
respira una infancia solaz.
No soy de aquí. No
pertenezco a esta tierra.
Me pregunto si soy de
algún lugar.
Tan sólo peregrino,
buscando, pasajero insolvente,
una olvidada e inconsistente identidad.