domingo, 10 de diciembre de 2023

 

NUEVAS  ANDANZAS  DE  LA “BANDA”


En Bocairent, descubriendo un pintoresco 

pueblo de Valencia


 

Después de la anterior visita a Letur, metidos ya en racha imparable, asumimos pasar un día en Bocairent.

Conseguimos aparcar en la entrada del pueblo tras algunos regates o revueltas.

-¿Hacia dónde vamos, Blas?

-No tengo ni idea.

-¿Quieres decir que no has planeado la visita, ni conoces el pueblo?

-Pero he reservado una mesa en el bar Ximo de la plaza del Ayuntamiento para comer a las 14:30.

-Pues vayamos hacia allá y veamos qué encontramos.

En estos casos suelen darse vacilaciones, idas y venidas sin sentido... hasta que los lugareños te van informando debidamente, uno tras otro.

Medio grupo iba delante, Gloria, Francisco y Blas, cuando Maribel descubre un taller artesanal de mantas, capas, etc. al que desea entrar, ya que sigue cursos de patronaje y costura en Elche. 

Convocamos al grupo delantero y nos incursionamos todos en el taller del maestro artesanal del TELAR DE CABANES, Vicente Cabanes Cantó.

Le compro un trompo que tenía sin vender y acaba mostrándome su colección particular de trompos (peonzas) de todo tipo y tamaño, guardados en una coqueta caja de madera. 

En Bocairent existe una tradición que incluye competiciones de habilidad y virtuosismos con trompos. Y Vicente participa habitualmente en los certámenes de las fiestas del pueblo. 

Me deja explayarme sobre mi afición peoncera, a pesar de que mi colección es la mitad que la suya, y a la tercera o cuarta vez que le pido precio me ofrece, por fin, el trompo a 20 €.

Previamente me sugiere que lo baile y él mismo lo lanza también para clavarlo girando en un cuadradito de una mesa.

No me acepta el regateo, que es una pieza artesanal, pero luego le descuenta 10 € a mi mujer, que le compra una capa corta de dos caras, dejándosela en 120 €. 

Todas sus producciones y diseños son exclusivos, artesanales y de máxima calidad. Una manta grande de 1’35 x 2’50 vale 1500 €.

Blas y yo nos probamos una chaqueta verde, muy elegante, que nos viene estrecha. Vale 500 €.

Cuando nos vamos a marchar del taller nos solicita unos minutos para explicarnos que todos sus telares (menos uno) son manuales, que usa casi 6.000 hilos de lana con poliéster de dieciocho colores, (en vez de los nueve que se usan en los telares industriales), para confeccionar una manta grande, de doble cara independiente, que por lo tanto es reversible.

Finalmente nos ofrece conocer su trabajo en directo, mientras nos explica todos los pormenores técnicos.   

Las fotos del reportaje me permiten despedirme aquí de Vicente, gran maestro artesano de telares, (también creados por él en los años 90), y continuar nuestro deambular hacia el centro del pueblo.

Aunque no puedo presumir de arte fotográfico, aporto las fotos que buenamente hicimos Blas y yo, para mostrar plazas, calles, rincones y alrededores del pueblo, en los que pasamos un día estupendo, comimos bien y compramos además aceite extra virgen de Sierra Mariola a 39 € la garrafa de 5 litros.

Como esta crónica es casi privada, ya que la escribo y documento para recuerdo de los integrantes de nuestra taichinera banda y de Gloria, dejo como remate un abrazo lleno de mi agradecimiento a todos ellos.   





Vicente Cabanes posa para mí con una de sus mantas








Vicente cogiendo una lanzadera con el color preciso









Al "piano" de uno de sus telares








La "partitura" exige el uso de la lanzadera en ambas direcciones








Plaza central con la torre eclesial de la Virgen de la Asunción, edificada en 1516









Cazado fotografiando la plaza del Ayuntamiento









Esta foto del grupo la "tira" Blas con nuestro móvil









Maribel y Francisco a la salida del bar









Maribel y nuestro "capitán" Blas







Casa junto a uno de los miradores de la sierra







Santuari del Sant Crist del siglo XVI, al que ya subiremos en otra ocasión, si es posible







Los caminos del Señor son inescrutables y a veces complicados de recorrer







La tarde está fresca pero el paseo es agradable







Mirando la sierra al atardecer







Blas en una callejuela rocosa







Mónica me pide que fotografíe este balcón con plantas espléndidas...







...y esta puerta señorial







Una calle dividida por un murete de piedra







Pórtico de la Iglesia







Torre de la Iglesia







¿Quién es el Patrón del pueblo?







Calle empedrada en pendiente con fuente







Fachada con tiestos







En el reflejo del cristal luzco la capa de Mónica







Al fondo Mónica, en la calle que va al Ayuntamiento








Nuestro "capitán" en un mirador







Paisaje del valle a los pies del pueblo






Linda gatita que me consiente una caricia







Posando para la foto muy naturales






Un pasaje variopinto saliendo del pueblo para ir hacia nuestros coches



Dado que nuestras fotos no hacen suficiente justicia a la sin par belleza de la villa de Bocairent, recurro a partir de aquí a varias fotos de Internet.





Panorámica de la antigua villa de Bocairent desde el puente romano (Wikipedia)






Bella panorámica de la villa desde la roca de Les covetes dels moros






Pared rocosa de Les covetes dels moros






Una de las cuevas excavada en la roca






Otra estancia de una cueva






Otra muestra más y no sigo con las cuevas







Fuente con flores






Calle del casco antiguo






Otra calle típica



Espero que este reportaje sirva para dar a conocer este pueblo pintoresco de la Comunitat Valenciana. 
En Internet se pueden encontrar su historia, museos y monumentos, que yo no voy a detallar, lógicamente, aquí.  

Gracias por visitar mi blog y hasta la próxima.










viernes, 8 de diciembre de 2023

 

ENSAYO POÉTICO REVERSIBLE

 

La tosca sequedad del mundo capital

inunda mi boca de ceniza a diario.

¿Por qué tanta obsesión en recrear

el jardín de la rosa y su dulce fragancia

si todo está irradiado? 

Libre albedrío forjó la esclavitud que disfrutamos.

La sombra se disfrazó de luz

y nos dio de comer mentiras repugnantes,

dulces grageas venenosas 

y vacunas de mensajera condensación. 

Las golondrinas ya no nos visitan.

Los frutales perdieron su sueño más sabroso.

Las máquinas nos han desconectado.

 

Satán compró nuestras almas a saldo

aseverando que nos pondría a salvo,

pero Satán se fue, dejándonos 

en manos de sicarios mafiosos.

Ahora erramos por la Tierra vacíos y olvidados.

Por eso ya no canto.

Mi boca y mi garganta, ya resecas,

sufren la sed inmensa de la cal y el desierto.

Me he quedado sin voz y sin canciones.

Por eso ya no canto.