Tratado de pandemias de la OMS: Hacia la dictadura sanitaria mundial
MAR 1, 2024
REGLAMENTO SANITARIO INTERNACIONAL
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) es un instrumento
jurídico de carácter vinculante para todos los Estados Miembros de la OMS y su
objeto es prevenir la propagación internacional de enfermedades, proteger
contra esa propagación, controlarla y darle una respuesta.
Es un documento que se estructura en 10 Títulos, 9 Anexos y 2 Apéndices y
cuyo texto completo está accesible en el siguiente enlace:
Reglamento Sanitario Internacional (2005) – Tercera edición
(who.int)
MAYO 2024 (77ª Asamblea de la OMS)
Basándose en la experiencia de la “pandemia” del COVID19, la OMS pretende modificar el Reglamento Sanitario Internacional y aprobar un Tratado de Pandemias que supondría el establecimiento de una dictadura sanitaria mundial controlada por la OMS.
¿Ha oído o leído algo en los medios de comunicación sobre esto? No, porque
es tan beneficioso que se está llevando en secreto y sin posibilidad de
votación por el ciudadano de a pie.
EXPERIENCIA DE LA PANDEMIA DE COVID 19
1ª CONFINAMIENTOS
Ya había estudios previos que concluían que las medidas de distanciamiento
y confinamiento no eran efectivas; incluso la OMS así lo afirmaba en 2006
hablando de la Gripe de 1918.
Un metaanálisis del Instituto Johns Hopkins de Economía Aplicada y Salud
Global basado en más de 1.000 estudios afirma que «los confinamientos no
redujeron la mortalidad de modo significativo ni son, por tanto, una manera
eficaz de reducir la mortalidad durante una pandemia (…)», calificando sus
efectos colaterales de «devastadores» y concluyendo que «deberían ser
rechazados como instrumento de control de una pandemia»
( A-Literature-Review-and-Meta-Analysis-of-the-Effects-of-Lockdowns-on-COVID-19-Mortality.pdf
(jhu.edu)).
2º MASCARILLAS
La OMS afirmaba al principio de la epidemia que «no hay evidencia sobre la
eficacia de las mascarillas en personas no enfermas, y las mascarillas de tela
no están recomendadas en ninguna circunstancia».
Estudios previos y posteriores también han demostrado su escasa efectividad.
Y países que no impusieron su uso (Suecia) o que lo impusieron muy brevemente
(Texas) no tuvieron un aumento de mortalidad.
3º VACUNACION
Como hemos visto en artículos anteriores de este blog, las “vacunas”
genéticas contra el COVID no cumplían ninguno de los requisitos exigibles a
cualquier vacuna: No eran necesarias (para la inmensa mayoría), no eran
eficaces y no eran seguras.
4º EMPRESAS FARMACEÚTICAS
A pesar de lo comentado en el punto anterior, esas “vacunas” fueron
autorizadas bajo el “uso de emergencia”, convirtiéndose en uno de los
medicamentos más lucrativos de la historia.
5º CONTROL MENTAL
Para poder implementar los puntos anteriores, gobiernos y medios de
comunicación llevaron una campaña masiva de control de la población, que se
basó en:
-Miedo y alarma social, dando constantemente imágenes de muertos, gráficas,
urgencias saturadas, gente fumigando, etc.
-Fomentando el enfrentamiento entre la población y la delación.
-Demonización de la disidencia.
-Ridiculización de terapias no oficiales, aunque alguna de ellas se ha
demostrado efectiva en donde se aplicó. Es importante saber que no debe de
haber terapias efectivas para que una vacuna reciba la autorización de
emergencia. A lo mejor así entendemos mejor que se atacara de forma tan
agresiva a estas terapias. En los enlaces al final de este artículo tienen un
estudio en el que se consiguió un 92% de protección con ivermectina.
-Silenciamiento de los efectos secundarios de las
“vacunas” COVID.
CONCLUSION DE LA OMS
La OMS, lejos de pedir perdón por los errores que cometió: Mascarillas,
confinamientos, vacunas inefectivas y peligrosas… la conclusión que ha sacado
es que necesita más poder para imponer su criterio en las próximas pandemias
(que ella misma decida declarar).
RESPUESTA DE LA OMS: TRATADO DE
PANDEMIAS MAYO 2024
En Mayo de 2024 la OMS pretende aprobar este tratado, y se están llevando a cabo negociaciones de forma secreta de manera que no haya un debate público y un rechazo del mismo. Una vez firmado, será vinculante y de obligado cumplimiento por los países firmantes, sin que sus ciudadanos hayan tenido oportunidad de conocerlo ni votarlo.
¿Es tan preocupante? Veamos alguno de los puntos más significativos:
RED DE BIO-VIGILANCIA GLOBAL
Si sólo sirviera para detectar el aumento de alguna patología a nivel
regional o mundial no habría problema. Pero viendo todo lo que expondremos a
continuación está claro que se utilizaría para violar derechos individuales e imponer
restricciones a regiones e individuos.
DECLARACIÓN DE PANDEMIAS O DE EPIDEMIAS REGIONALES
La
OMS establecerá de forma arbitraria el estado de pandemia, y durante la misma
decretará normas de obligado cumplimiento a nivel mundial o regional.
¿Podrá ser utilizado para castigar a países o gobernantes díscolos?
Hay que tener en cuenta que la OMS considera también el cambio climático de
su incumbencia. ¿Decretará confinamientos en caso de aumento de contaminación?
¿Podrá ser utilizado esto para castigar o beneficiar económicamente a unas
regiones sobre otras?
Recordad de quién depende la OMS.
(OMS: Un Anillo para gobernarlos a todos – Centro Médico Rey
Fernando (centromedicoreyfernando.com)
¿Decretará restricciones al consumo de carne para proteger al planeta?
Y ya vimos en el artículo citado las equivocaciones que ha tenido la OMS
declarando pandemias con anterioridad:
Gripe A de 2005, gripe porcina de 2009… ¿Qué fue de la viruela del mono?
Habrá que estar preparado para pandemias de forma cíclica.
Es por eso que constantemente se ven noticias sobre gérmenes raros: Dengue,
viruela de Alaska, peste bubónica, etc. Van preparando el terreno.
USO RUTINARIO DEL MECANISMO DE EMERGENCIA PARA APROBAR
VACUNAS
Ya hemos visto el resultado con las “vacunas” COVID. Con no vigilar o
silenciar los efectos secundarios, asunto solucionado.
PROGRAMAS DE VACUNACIÓN MASIVA SIN CONSENTIMIENTO
INFORMADO
Obviando el Código de Nuremberg de 1947 que prohíbe la obligatoriedad de
recibir un tratamiento médico y que se redactó para evitar que se repitieran
los experimentos nazis.
Miedo
dan estos programas de vacunación, sabiendo que la OMS considera un problema la
superpoblación.
PROMOVER EXPERIMENTOS DE GANANCIA DE FUNCIÓN
Son experimentos actualmente prohibidos y que consisten en coger un virus
poco patógeno y experimentar con él para hacerlo más peligroso. ¿Les suena a algo?
COARTACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
Con la excusa de conseguir un bien mayor, ven posible la necesidad de
violar derechos humanos como la privacidad, la libertad de movimientos,
reconocimientos médicos forzosos o la libertad de expresión.
De hecho, para la OMS uno de los principales enemigos es la desinformación. Claro que cuando ellos mienten o manipulan la información, eso no es
desinformación: Mintieron sobre el origen del virus, sobre su contagio, sobre
su gravedad en niños y gente joven, sobre la seguridad y eficacia de las
vacunas, etc.
Por eso uno de los puntos fuertes del tratado de pandemias va a ser la
censura de medios de comunicación públicos y de información y opinión particulares en medios digitales.
Para ir creando un clima favorable para este control de la opinión este
mismo febrero de 2024, con unos días de diferencia, estos personajes han
destacado que el principal enemigo es la desinformación: El presidente de la
OMS, el presidente del Foro Económico Mundial y la presidenta de la Comisión
Europea. Está claro que no quieren testigos.
CONCEPTO DE “UNA SOLA SALUD”
La OMS ha creado el concepto de “una sola salud” (One Health), en el que considera
la biosfera en su conjunto (humanos, animales y ecosistemas) como creadores de
riesgos sanitarios. De esta manera la OMS se arroga el derecho de poder establecer normas que
afecten no solo a humanos sino también a la ganadería, cultivos, industrias
extractivas, urbanización, invasión de áreas naturales, etc.
Eso le daría a la OMS un poder prácticamente sin límites sobre nuestras
vidas.
Después de la experiencia del COVID, esta acumulación de poder en pocas
manos resulta inquietante.
LA SALUD COMO EXCUSA
Viendo todo esto está claro que la salud se va a utilizar como excusa para establecer un gobierno dictatorial a nivel mundial. Gobierno controlado por estructuras privadas en la sombra, como vimos al analizar la financiación de la OMS.
El siguiente paso será la creación de un pasaporte sanitario que se
asociará con una identidad digital con la excusa de que pueda acceder a los
servicios sanitarios en cualquier parte del mundo y el médico que nos atienda
pueda ver nuestro historial clínico. Pero, de hecho, será un instrumento de
control ya que servirá para controlarnos con un sistema de crédito social al
estilo de China.
Si a esto le unimos el control que supondrá la creación de la moneda
digital, los grilletes estarán cerrados.
AÚN HAY POSIBILIDADES DE PARARLO
-Estonia: Resistencia estonia a la reforma de la OMS (tkp.at)
-India: Resistencia india a la reforma de la OMS (tkp.at)
-Suiza: La reforma de la OMS llega a la corriente principal suiza
(tkp.at)
-Nueva Zelanda e Irán: https://childrenshealthdefense.org/defender/who-amendments-ihr-regulations-rejected/
-Gran Bretaña: Westminster Hall – Hansard – Parlamento del Reino Unido
(parliament.uk)
-USA: Press conference on the growing
concerns over the WHO ‘pandemic treaty’ (youtube.com)
¿Y
qué podemos hacer nosotros a nivel particular?
-Lo
primero: Conocer el problema e informarnos
-Lo segundo: No guardar
silencio
Davos y la OMS: ¿una dictadura sanitaria global?
12 FEBRERO 2024
Todos sufrimos con la pandemia y todos padecimos las dictatoriales medidas impuestas por el poder político, que exacerbaron el trauma. Hubo, sin embargo, diferencias de percepción sobre lo que ocurría.
Muchos creyeron el relato oficial y acataron ciegamente (incluso justificaron) cuantas normas improvisaran las autoridades, por absurdas que fueran. Esta conducta es comprensible: llevados de una ingenua confianza en el principio de autoridad o sucumbiendo ante la obscena campaña de terror mediática, resultaba muy difícil combatir la histeria colectiva, más aún sin el apoyo de un estamento médico que, con escasas y valientes excepciones, nos falló.
En efecto, olvidando el primum non nocere del juramento hipocrático y, a veces, el más elemental sentido común, la mayoría del gremio médico se limitó a obedecer con corrección política y celo funcionarial los protocolos que eran dictados por oscuros intereses políticos y prosaicos intereses económicos, provenientes de los largos tentáculos de la industria farmacéutica.
Las secuelas psicológicas han sido terribles: según una reciente encuesta británica, quienes siguieron más a rajatabla las restricciones tienen hoy una peor salud mental —con mayores índices de estrés, ansiedad y depresión— que los que se lo tomaron con el escepticismo que merecía tal cúmulo de ridiculeces.
Otros contemplamos aquellos acontecimientos con crecientes dosis de recelo e indignación ante los atropellos sin precedentes que sufríamos.
Asimismo, tras el shock inicial fuimos comprendiendo que ni una sola de las medidas tomadas respondía a criterios científicos sino políticos, y que la práctica totalidad de lo que afirmaban los medios era sencillamente falso y no soportaba el escrutinio de los datos.
No obstante, mientras los ciudadanos vivíamos la misma pesadilla de una forma u otra, había dos grupos analizando la situación con frialdad. El primero era la industria farmacéutica, concentrada en los gigantescos beneficios a obtener con la tecnología ARNm, disponible desde hacía tiempo, pero que jamás había recibido la aprobación de los reguladores ni la aceptación del público, al tratarse de terapias genéticas.
Para lograr vencer las resistencias cambiaron su nombre a vacuna y aprovecharon la demanda de una población que había sido previamente aterrorizada por una campaña de terror bien dirigida, y así lograron la autorización para su uso de emergencia.
Esto implicaba un proceso de aprobación facilón con ensayos clínicos insuficientes de resultados cuestionables, aunque existía un último obstáculo: el uso de emergencia requería que no existiera ningún tratamiento eficaz del covid.
Quizá por ello, cualquier medicamento o tratamiento prometedor (y barato) fue torpedeado, como la vitamina D utilizada de forma preventiva o en pacientes ya ingresados, o la hidroxicloroquina, que fue retirada del mercado a pesar de existir estudios que mostraban su eficacia y seguridad en tratamiento temprano, particularmente en combinación con azitromicina, reduciendo significativamente la mortalidad del covid.
El otro grupo que analizaba los acontecimientos con una distancia emocional psicopática estaba formado por los yonquis del poder globalista, para quienes la pandemia se convirtió en un experimento para medir las tragaderas de la población y su capacidad de sumisión.
No debe sorprender, por tanto, que el presidente del Foro Económico Mundial de Davos calificara la pandemia de «oportunidad» para imponer su megalómano Great Reset.
Es en este contexto en el que debemos tomar nota de una seria amenaza que está siendo ignorada, cómo no, por los medios. Efectivamente, en su 77ª Asamblea, a celebrar en mayo de este año, la OMS pretende modificar el Reglamento Sanitario Internacional y aprobar un Tratado de Pandemias que supondría el advenimiento de una dictadura sanitaria mundial en caso de una nueva pandemia, real o inventada, convirtiendo la pesadilla distópica que nos hicieron vivir durante tres años en algo recurrente.
No crean las cortinas de humo falsamente tranquilizadoras de la propia OMS, de los risiblemente llamados fact checkers o de la clase política europea: mienten como hicieron durante el covid. La amenaza es real.
