MEDICINA AL SERVICIO DE LA GUERRA SILENCIOSA
miércoles, 24 de enero de 2024
domingo, 14 de enero de 2024
...AÚN ESTARÁ VIVA
Tiempo
pasado rubrica mi ignorancia a porfía.
Lo respiro
cual condenado a muerte
que aspira el flaco margen de su suerte.
Sin embargo,
conspiro con la vida menguante
contra toda
esperanza, dando pena a mi Muerte,
que ya me ve
bailando
la danza de
los tontos solemnes e indolentes.
Repleto de
locura y de imposturas,
sueño con
moderar mis vicios e indigencia,
fluir con
mansedumbre por las verdes campiñas
con la dulce
añoranza de las cumbres altivas
y el amor en
mis aguas más puras.
No busquéis
el final a esta poesía.
Mientras
dure su aroma…
martes, 2 de enero de 2024
NUEVA SALIDA
PANDILLERA A CASTALLA
Cual exótico
literato emérito de un reino funambulesco vuelvo a mi oficio de cuentista con
una crónica de amigos que salen a comer a un pueblo vecino, pasando el día
juntos.
La banda del
taichí y Gloria, a la que atraen estas salidas pero no las disciplinas
marciales, nos movilizamos esta vez a
Castalla.
El 30 de
abril de 2022, Mónica y yo visitamos Castalla con otros amigos del grupo de Registros Akhasicos
para conocer la Cooperativa Valenciana de Vivienda Colaborativa. Tras el
refrigerio con que nos convidaron, (llegamos tarde a la visita de la
maravillosa finca), asistimos a las conferencias que buscaban recabar socios
para completar el proyecto comunitario.
Mari Domi
alegó que no quisieran nuevos socios con perros, mascotas o amantes para
rechazar la oferta de sumarse a la comunidad; Mónica y yo que no
aceptaran socios de mi provecta edad; mientras que José Antonio y Mª Ángeles ya
estaban comprometidos en un grupo de Constelaciones familiares quánticas en su
casa de Borriol, por lo que nos despedimos de los cooperativistas y dimos una
vuelta por el pueblo de Castalla para acabar degustando en el Nou Trinquet su
afamado gazpacho.
En esta
visita del uno de enero de 2024, Maribel y Blas nos pasearon por la calle
Mayor, plaza del Ayuntamiento e Iglesia monumental de María Assunta (Asunción).
Tras aparcar holgadamente los coches, tropezamos enseguida con el espectacular belén de figuras de tamaño real en plena calle.
Como hacía bastante fresquete apenas duramos allí el tiempo de hacer yo unas fotos. Raudamente nos metimos en una cafetería-heladería con mejor temperatura. Todo el mundo saludaba a Maribel sin olvidar el mantra del día, “Feliz año”, ya que Maribel, como sabemos por la crónica de Letur, es castelluda.
Sentados
ante los cafés, tisanas, etc. Blas me comenta un evento imprevisto: nos reuniríamos
con la madre, Carmen, y las dos hijas de Maribel, Paula y Lorena, en el
restaurante donde ha reservado mesa para nueve. Maribel está encantada de que sus hijas coman con nosotros en vez de hacerlo con su padre biológico en Onil, como acostumbran en estas fechas.
Tras el paseo ya mencionado, entramos en la Iglesia. El cura exhortaba en
el sermón a cultivar la paz con Dios para luego extenderla a las personas que
nos rodean. Afortunadamente, explicó que la paz con Dios consiste en desarrollar
una actitud amable en nuestra vida cotidiana, evitando enfados, juicios y
críticas impías.
Me desentiendo del cura y del sermón y tiro unas cuantas fotos discretamente. Gloria me lo reprochará más tarde, añadiendo el de “irreverente”a mi colección de epítetos lamentables.
Al llegar al
Nou Trinquet se abre mi obtusa memoria y recuerdo el lugar y la anterior
visita que en esta crónica ya mencioné.
-¡Pero si
aquí ya estuvimos hace un año o dos!- exclamo alucinado.
Nos sentamos
alrededor de una gran mesa redonda de la zona del bar próxima a la puerta de
entrada. Al poco tiempo, llega la madre de Maribel, que utiliza un andador para
moverse y quiere “dotorear” la gente del pueblo que abarrota junto a nosotros
el restaurante. Blas y Gloria le piden que se siente y yo le animo a que se dé
una vuelta por la amplia zona del comedor, que tiene encendida la chimenea de
leña.
Se sienta finalmente
a mi lado y le pregunto si las nietas están todavía maqueándose… cuando éstas
hacen su aparición, tan guapas y sonrientes que da gusto verlas.
Hablamos,
entre otras cosas, del novio de Lorena. Nos enseña una foto suya en el móvil y
todos quedamos patidifusos de lo guapo que es, a lo que añade el considerable atractivo
de ser buen trabajador y dirigir la empresa familiar de un hotel-restaurante con buen tino. Ante los
elogios generalizados al novio creo ver aparecer un ligero rubor en el
semblante luminoso de Lorena.
Paula, nada
celosa, se desvive atendiendo a su abuela, y cuando llega la pechuga de pollo
empanada se encarga de troceársela.
Cuando
pregunto a Paula si tiene novio me contesta que no le hace ninguna falta por el
momento. Hay que decir que Paula trabaja en un bar haciendo un poco de todo y
que Lorena estudia Derecho en Elche. Francisco y Mónica, con licencia para abogar, le
orientan hacia la Gestoría como mejor salida laboral.
Blas ensaya
todo tipo de bromas conmigo para descojonarse a continuación con mis disparatadas respuestas.
Mónica y
Francisco hablan entre sí y permanecen como prudentes observadores sin meterse
en las refriegas que me involucran.
Al salir del
Nou Trinquet comento a Blas que la comida estaba bien pero mejorable y me
nuestra al pasar un restaurante de “calité”: Casa Paqui.
-¿Por qué no
nos trajiste a éste?
-No quedaban
plazas. Quise reservar demasiado tarde.
Fotos de
grupo, despedidas y paseo hacia los coches. Pero en vez de dirigirnos hacia
nuestros respectivos hogares Maribel nos lleva a conocer la zona pija de las
casas de campo en las afueras del pueblo, “Las Almarras”. Apenas entrevemos una
vivienda tras la valla de cipreses y decidimos que el anochecer recomienda el
retorno a nuestros hogares.
Mónica y yo aspiramos a dejar el pueblo de Mutxamel e instalarnos en una casa de campo. En Castalla esta opción es económicamente más asequible que en otras zonas de la provincia. Nos llaman la atención los extensos campos de calabazas grises-verdosas de una empresa local, que dejamos atrás junto a tantas risas y vivencias en este pueblo alicantino al pie de una colina en un ancho valle con clima de media montaña.
Blas me explica que Castalla es uno de los pueblos con más industrias de carácter nacional e internacional de la provincia, con un índice de paro por debajo del 5%.
Maribel nos llama al día siguiente para
decirnos que nos acompañará a visitar alguna casa de campo en venta
próximamente y que sus hijas le han dicho que se lo pasaron muy bien con
nosotros.
Por su parte, Blas me aclara que le pidieron a Carmen sentarse, evitando que deambulara por el salón comedor entre la gente, por estar aquejada de alzéimer y despistarse fácilmente. Mis disculpas a Blas y Gloria a quienes interpreté mal.
Por otra parte Blas y Maribel orientan nuestra búsqueda de casa de campo hacia otros pueblos menos fríos, como Orxeta, Sella y Aigües de Bussot, durante la visita que nos hacen el 4 de enero.
Feliz año, que espero nos sirva a todos para liberarnos un poco de la plaga mafiosa en el Poder y disfrutar un poco de la vida.