viernes, 24 de febrero de 2023


SERMÓN DE INVIERNO


Queridos hermanos en Cristo Jesús:

Los demonios terraplanistas, plandémicos y conspiranoicos de vacunas, chemtrails, radiaciones electromagnéticas, control mental y agendas exterminadoras… vuelven al ataque.

Parecían resignados a morder el polvo de nuestra verdad sin fisuras, única verdad verdadera, que hasta la revista Lancelot propugna desde la ciencia científica más inexpugnable e irrefutable…, pero no.

Cual la cabeza de la Hidra, emergen de nuevo estos negacionistas para enturbiar nuestra paz, confianza y seguridad, levantando las alfombras del bien pensar para mostrarnos nuestros defectillos antidemocráticos y exhibir su repelente disidencia cognitiva alarmista y anárquica.

Como una fuerza constreñida, aspiran a desmontarlo todo, a tergiversar nuestros logros haciéndolos pasar por desastres, a evidenciar nuestra irresponsabilidad por no acceder a debatir, escuchar e investigar lo que a ellos les parece bien.  

Hermanos en el Señor, mantengámonos unidos frente a las continuas asechanzas del maligno disidente y oremos para que nuestros hermanos endemoniados dejen de mirar donde a nadie le importa y se unan al rebaño, homologado en la fe de las sagradas vacunaciones, que desde todas las iglesias-canales televisivos divulgamos para el bien espiritual de los espectadores-feligreses.

 

Este sermón del padre Simón viene a cuento a raíz de la noticia del ciclo de conferencias propuesto por la catedrática de Ingeniería Industrial de la Universidad de Córdoba (España), Isabel López, para contrarrestar la censura imperante y debatir la realidad actual sobre cambio climático, toxicidad de las “vacunas” Covid, etc., sin dogmatizar ni estigmatizar el pensamiento crítico.

La Universidad cordobesa, para tranquilidad y satisfacción del padre Simón, ha prohibido el ciclo. ¿Cómo iba un órgano del aborregamiento cognitivo de la juventud consentir una actitud reflexiva e independiente?

“Esto no es censura sino defensa de las teorías científicamente comprobadas frente a una pretenciosa pseudociencia”, explican los aborregadores oficiales.


Yo no entiendo nada:

La Ciencia, eludiendo el papel fundamental del debate permanente y abierto para cualquier supuesto conocimiento, y con la confrontación de teorías mediante observaciones y experimentación libres como base racional del progreso científico; la Democracia, fomentando el Pensamiento Único contra la libertad de pensamiento y expresión de creencias; La Estadística, manipulada, tergiversada, utilizada a conveniencia de los dictadores democráticos; y los periodistas ignorando la mayor y mareando la perdiz con politiqueos, cotilleos y las desgracias cotidianas…


El cambio climático, producido por el calentamiento global, es para cagarse de miedo, pese al frío que estamos pasando, pero la contaminación tóxica por metales pesados, vertidos impunemente en la atmósfera..., no existe. 

Se mantiene oficialmente, además, la inocuidad de las radiaciones de ondas electromagnéticas 5G, cada vez más masivas y responsables de enfermedades inflamatorias en sistema respiratorio y cerebro, principalmente.  

Los cientos de miles de muertes y los millones de afectados graves, provocados por las inyectables anti Covid, no existen. 

La proliferación de cánceres, suicidios y enfermedades mentales actuales no se niegan, pero se ignoran olímpicamente porque vivimos en los mundos de Yupi.


El terraplanismo me lo han explicado, pero no lo entiendo. Ello no impide que mantenga mi mente abierta a una perspectiva dimensional que no alcanzo a comprender por el momento.

La disminución global de nacimientos no es casual sino provocada. No hace falta ser catedrático para saber que el descenso de la natalidad en un 15%, tras una “vacunación” masiva experimental, encierra una relación causa-efecto directa.

Y hablando de vacunaciones, ¿no es bestial enfermar a la infancia desde el nacimiento hasta la pubertad con 40 vacunas? ¿Nacemos con sistema inmunológico, o sólo es un chiste? ¿Sin la farmacopea alopática es posible la vida?

¡Salvémonos de los salvadores y volvamos a la vida natural!

¡Cultivemos el sentido común y reflexionemos de vez en cuando, que ambas cosas no producen daños cerebrales y nos pueden ayudar a salvar la dignidad y la vida!

Y que el padre Simón siga con sus monsergas anti negacionistas, desde esa óptica satánica que rige el mundo actual, oficialmente correcta y perversamente exterminadora.       

miércoles, 22 de febrero de 2023

ALGUNAS DENUNCIAS SOBRE EL MALTRATO CIUDADANO (SALUD ESPECIALMENTE) POR PARTE DE LOS GOBIERNOS


Me limitaré a reproducir los teletipos de la página oficial de Josep Pàmies, y que cada cual decida si existen conspiraciones o sólo paranoias.













































jueves, 16 de febrero de 2023

 

HISTORIA DE UN TRANCAZO

 

No estoy seguro de tener energías y concentración suficientes para tratar el tema.

Dos razones:

El trancazo mismo que, aunque se me han suavizado un par de síntomas, continúa su curso irremediable de mocos y jodida tos seca.

La otra razón es que estoy baldado, agotado, por no haber conseguido dormir ni siquiera dos horas en toda la noche.

Al no conseguir conciliar el sueño, salvo el primer tirón desde las 23 horas hasta las 24:30, me he pasado la noche levantándome a pasear por la terraza interior o entretenerme con el ordenador. Cuando los cabezazos del sueño me impedían entender y seguir una partida comentada de ajedrez, me acostaba de nuevo.

La tos seca, cursando aún irritación en tráquea y garganta, me desvelaba y me incomodaba. Vuelta al ordenador. Al acostarme de nuevo me decía: “Aunque no consigas dormir, relájate y procura aguantar calentito entre las sabanas y el edredón”. Creo que en ningún caso logré permanecer acostado más de tres cuartos de hora.

Mónica tiene aún síntomas del catarro, pero mucho más leves. Ella cogió el catarro el viernes pasado y duerme bien. Dice que su tos ya está "cocida", por ende la mía está "cruda". 

Yo lo cogí el martes, cuando empecé a moquear y sentirme un poco raro. Esa noche encontré un recurso para dormir, colocándome sobre el costado derecho. Hacia el otro lado tenía pitos y ya se sabe lo que jode intentar dormirse con un ruidito en cada expiración. Me levanté a orinar varias veces y luego me costaba dormirme pero creo que lo conseguí unas seis horas en total.

Lo malo fue sufrir la escalada del catarro desgarrándome la garganta con las toses, ya de buena mañana. 

Mocarme cada cinco minutos y consumir incesantes pañuelos de papel o papel higiénico, me resultaba molesto, pero tolerable. Romperme la garganta con cada tos era mucho más serio y preocupante, tanto que no podía ni hablar pues estaba afónico y subir la voz más allá del susurro, me dolía.

Mónica empezó a preocuparse y me dijo que iba a ir a la dietética de nuestra amiga Bea a buscar remedios.

-Voy contigo –le pedí con mi lastimosa voz rota.

Bea también ha pasado un catarro similar durante estas semanas pasadas. Aún le queda una ligera congestión nasal.

-Es la primera vez que te veo enfermo, –me comenta.- Mucha gente está igual, abarrotando las consultas médicas y las urgencias, y pidiéndome terapias a mí.

Me recomienda gárgaras de tomillo, sal y limón; cataplasma bien caliente de cebolla entre dos paños, sobre el pecho; vahos de eucalipto o menta; bebedizo de azúcar caramelizada con orégano hervido, limón y miel.

Comprendiendo que no voy a llevar a cabo tantas operaciones sanativas, nos vende un potente jarabe de 11 hierbas y vitamina C: Bronquitoran C, (tres vasitos-tapón a lo largo de cada día).

Finalmente le pide a Mónica que la whastsappee el jueves informándole de cómo me encuentro. Si no hay mejoría me propone ponerme los imanes. A ella se los puso Rubén, otro terapeuta que también atiende pacientes en la habitación de la trastienda de la dietética.

Antes de encaminarnos a casa, le pido a Mónica acercarnos a la clínica de acupuntura que ha abierto recientemente nuestro amigo Jose, el que tiene la casa en el Calvario. Además de acudir a los cursos de acupuntura en Tien, como yo, él aceptó hacer un año de prácticas con Juma. A mí se me hacía muy cuesta arriba ir a la consulta de Juma después de mi jornada laboral de profesor en Monóver. Y encima llegando tarde a las prácticas.

La clínica estaba cerrada, por lo que Mónica y yo enfilamos hacia casita.   

Enseguida me tomé el pocillo de jarabe y se me ocurrió poner media cebolla en un tazón con agua para suavizar la respiración y las toses.

Lo último que tomé sólido fue el desayuno del martes y unas cucharadas de la sepia con patatas a medio día. No me apetecen ni siquiera los líquidos, aunque bebo agua o tisana con miel para no tener la boca siempre reseca, sólo pequeños sorbos de vez en cuando.

Me peso y encuentro que he perdido unos dos kilos en dos días. Me tomo la temperatura y, avanzada la tarde del miércoles, me detecta el termómetro fiebre moderada-alta. El resto del tiempo me mantengo en mis 35'5, pues soy hipofébrico

Ayer sufrí un desagradable accidente, que seguro agravó mi lamentable estado: Me quedé dormido en el sofá del salón y tuve una eyaculación como colofón de un sueño erótico.

De ahí en adelante todo fue a peor hasta esta mañana, que pese a la fatiga física y mental de la falta de sueño, tengo las toses sin irritación y el moco, algo verde y menos frecuente.

Resuelvo subir a la terraza exterior a ver si me despejo un poco. Hace un buen día así que decido también salir a respirar la calle. Después de dos días de larga y lánguida penumbra casera ya apetece.

Como excusa voy a preguntar a la papelería-librería si ya les ha llegado el ejemplar que encargué el martes: “RetratARTE” de Carlos del Amor. En la recopilación de retratos femeninos que hice en un artículo del blog apenas coincidí con la selección de este libro.

-Tu libro llega hoy, pero algo más tarde.

Doy las gracias y aprovecho para sacar dinero de nuestra cuenta bancaria y luego se me ocurre visitar a Bea para informarle de mi estado y ver si me recomienda una sesión de imanes.

-Tienes mejor cara. ¿Has hecho las gárgaras?

-No, pero las haré cuando llegué a casa. Estoy tomando el jarabe y pensándome lo de la cataplasma.

-Puedes seguir viniendo a verme y evaluaré cómo lo llevas.

-Estoy mejor, ya puedo hablar aunque sea con voz ronca, tengo la moquera menos fluida y la molesta tos perruna no me irrita la garganta.

-Las gárgaras limpian la posible infección y son el primer tratamiento a seguir. Te dejo, que tengo un paciente en la salita.

Le doy las gracias y nos despedimos sin más ceremonia. “Chao”

Al salir a la calle pienso en dar un paseíto por las afueras soleadas del pueblo.

Antes de encauzar mis pasos para casa, paso por la clínica SHUI de Jose.

Está cerrada aunque ofrece dos teléfonos de contacto, que de momento no tomo.

Ya en casa me preparo y hago las gárgaras.

Como los paseos han logrado despejarme un poco, le digo a Mónica que podíamos dar una vuelta esta tarde.

Especulando un poco acerca de tanta repentina enfermedad encontramos varias causas: el frío y viento húmedo que nos encontramos en Santa Pola el jueves pasado; y en San Blas, yendo y viniendo a casa de mi hermana “Perla” el sábado; el haber pasado un largo rato con Bea acatarrada el martes pasado en su dietética… y no olvidamos las radiaciones electromagnéticas de las antenas omnipresentes del 5G y los chemtrails, que pueden haber vertido sus tóxicos metales pesados a lo bestia aprovechando lo nublado del cielo. Las hojas de nuestras coles lucían maravillosamente hasta que un día aparecieron con una pátina blancuzca que no se les va.

Se me cierran los ojos. Fin de la crónica.

P.D. Llevo hechas dos sesiones de péndulo para mejorar la salud de Mónica y mía y otras dos de taichí. La que hice en plena noche no la terminé porque me desconcentré irremediablemente. La de esta mañana me salió del tirón, pese a la somnolencia que me tiene echo una caquita.

¡Quiero estar sano y dormir a destajo como un marrano!

(Antes de ir a recoger el libro venzo la cabeza sobre los brazos en la mesa del ordenador y tengo un sueño maravilloso de casi una hora. Mientras dormía era consciente de que estaba durmiendo y de que mi mente me trataba amorosamente, sin incordiarme con sus tontos miedos y angustias. Imagino que hubo una asistencia espiritual, que agradezco profundamente).

Lo vivido hasta ahora se asemejaba a un encierro forzoso e inquietante, a una prisión.

VIERNES: Aguanto en la cama desde las 12 a las 7. Antes de acostarme me había quedado dormido en el salón frente a la tele un buen rato, tal vez una hora y media, según Mónica. 

Durante la noche me levanto a orinar a las 5:20, aunque lo hago por refrescarme un poco, ya que me siento acalorada la cabeza.

Para evitar los pitos elevo la almohada siguiendo el consejo de Mónica.

-En el sofá te has dormido sin problemas. Podías probar con dos almohadas para tener la cabeza más erguida.

Una parte de la noche he estado desvelado buscando la postura mejor, intentando expectorar las flemas traqueo-faríngeas, buscando una respiración plácida. A esto último me ha ayudado que ya no moqueo apenas. Pese a todo ello creo haber dormido unas cinco horas y me siento mejor que ayer. 

-¿Quieres desayunar?

- No, gracias, prefiero seguir con el ayuno. 

¡Cuidemos la salud a tope que sin ella no somos nada!

¡Si nos dejan! Olores ominosos de gasoil, (como en el trenet de Elche), y otras mierdas se respiran últimamente demasiado a menudo en la calle. 

Hoy, sábado 18 de febrero, Maribel nos contacta tras dos semanas de silencio. Habíamos especulado diversas explicaciones. Lo que nos dice Maribel es que han estado las dos semanas con un trancazo brutal. La amiga Bea redunda en el argumento de las radiaciones electromagnéticas, que ella misma ha sentido bajarle al pecho desde los auriculares inalámbricos.

¡Danos paciencia, Señor, y si te es posible un poco de Justicia, que no sabemos que hemos hecho para merecer tanto castigo! 

viernes, 10 de febrero de 2023

 

ENCUENTRO ENTRAÑABLE Y VISITA A ELCHE Y PUERTO DE SANTA POLA UN 9 DE FEBRERO DE 2023


 

PARTICIPANTES: Miguel López Navarro, Fernando Prior y su mujer Trini, Gregorio y su mujer Pepi, Mónica y su marido, yo.


 





Comienzo esta crónica por el final. (Por favor, no me preguntéis por qué. ¿Acaso yo lo sé?)

En los instantes previos a la amistosa despedida y disolución del grupo, tras tomar unos cafés, poleo y un gin tónic en “La taberna del puerto” de Santa Pola, Trini y Pepi nos ofrecen este sincero y directo comentario:
-Siempre acabáis igual, hablando del seminario. Pero, de todas maneras, preferimos estos encuentros en pequeño grupo que las macro reuniones donde no se puede conocer de verdad a nadie. 
-Es que aquellos años de seminaristas nos dejaron una huella indeleble –asiente Gregorio.
-Sí, –tercio yo- nos moldearon de tal modo que aún se nos nota un aire de santurrones.
-¡Ya te digo! ¿No tengo yo acaso carita de cura? –me responde Gregorio.
-Y hasta de obispo, si te esfuerzas un poquito –remato ponderando su rostro de santoral martirológico.
Por lo visto y oído, Gregorio se despidió del seminario excusándose de no terminar los estudios teológicos debido a su “enamoramiento de carácter irreparable”. Fernando sí terminó Teología, pero se decantó in extremis por el matrimonio. En sus poesías rezuma, a veces, un profundo sentimiento religioso cristiano, que no católico, cosa admirable para mí, taoísta caótico.
Aclaro que el bar al que nos ha traído el bueno de Miguel, (el maestro indiscutible de los frutos secos, ya retirado de “facto” del negocio pero no de corazón, -como todos sabemos-), se encuentra pegado a la Lonja del pescado. Desde una pared acristalada del local se pueden ver pasar sobre una cinta transportadora las cajas de pescado y marisco que comprarán mañana los mayoristas.
Las dos parejas cordobesas muestran un gran interés por las capturas de las cajas y acaban siendo recompensados con la presentación de un hermoso pescado de unos tres kilos en la mismísima barra del bar. Torpe de mí, no recojo el nombre del plateado y valioso ejemplar. (Fernando nos chiva en su comentario a esta crónica que se trataba del pez Limón).
Por mi parte, me entero de que la puja del pescado actualmente se efectúa electrónicamente y no como yo la presencié, milenios atrás, con la retahíla del subastador a la baja.





  Vista panorámica del puerto de Santa Pola



Intento pagar subrepticiamente las consumiciones en el bar pero se me adelanta Fernando. Los tiques del trenecito que nos ha paseado por Elche también los ha pagado Gregorio, según me chiva Miguel.
Como veis, se me escapan muchos detalles. Tampoco atiendo apenas al recorrido del trenecito, embarcado en una sesión de sanación para todo el grupo con el péndulo, previa invocación a los “hermanos de luz”, guías espirituales y yo superior de cada uno, a quienes damos las gracias.




Sesión de péndulo durante el recorrido en el trenet



Miguel, buen conocedor del puerto y los hombres de mar, saluda e interpela a un pescador que se cruza con nosotros a la salida del bar. El pescador, con su delantal de faenar aún puesto, le explica que el mal tiempo ha reducido al mínimo la salida de las barcas durante toda la semana, lo que redundará en mejores precios del escaso género que hayan capturado los esforzados y sufridos pescadores como él.



                  Puerto de Santa Pola al atardecer



Luego, estando juntos Gregorio, Miguel y yo, Miguel nos llama la atención sobre la puesta del sol y el panorama de doradas nubes que orla el horizonte marino.

Mientras Gregorio toma una panorámica del puerto en dirección hacia el ocaso solar, Miguel se marcha a fotografiar la puesta de sol desde el extremo del malecón.

Ya nos habíamos despedido previamente de él Gregorio y yo, agradeciéndole la invitación de la comida y la amabilidad con que ha hecho de guía para nosotros por el parque municipal de Elche y el centro monumental de la ciudad. (La iglesia de Santa María estaba cerrada, por lo que simplemente nos fotografiamos en su portada barroca).

Me faltaba comentar que, desde el puerto de Santa Pola, el aire cristalino nos permite divisar la isla de Tabarca con gran nitidez. Mónica les explica a Pepi y Trini dónde amarra la Kontiki en aquel abarrotado puerto tan saturado de barcas pesqueras, y que la Kontiki sólo tarda media hora en arribar a Tabarca desde allí.

-¿Dónde tienes el yate, Miguel? –le habían preguntado guasonamente Fernando y Gregorio cuando llegamos al puerto de Santa Pola camino de “La taberna del puerto”.

Cuando el resto del grupo ya nos despedíamos cordialmente, a punto de coger los coches y refugiarnos en ellos de las rachas de aire frío, Fernando sale escopetado en busca de Miguel para despedirse. Le llamo y le comento que Miguel ya se encuentra lejos de nosotros, y que he quedado en despedirme de todos de su parte, ya que las fotos de la puesta de sol le urgían dejándole sin margen para las despedidas.

Haré aquí mención de la revelación, al término de la comida, de que Pepi compone haykus y poesías más que loables, mientras su marido, Gregorio, pinta cuadros de un nivel artístico increíble, en serio, no es coba. Además, ambos pertenecen a dos corales de canto gregoriano. Tengo el honor de escuchar a Gregorio luciéndose a capela poco antes de despedirnos ambos de Miguel.

En cuanto a la afición y calidad fotográfica, creo que todos lo petamos. Aunque en honor a la verdad, Fernando (Ferlancor. Flickr) y Miguel son los diestros de mayor calado y prestigio en dicho arte, con fotos paisajísticas para llorar de envidia.





Fuentes sobre el suelo de una plaza céntrica de Elche







Monumento y fuentes del Palmeral de Elche



Les pido a los tres colegas que no dejen de mandarme algunas de sus bellísimas fotos para ilustrar mis cotilleos del encuentro y dar lustre a esta destartalada crónica. (Apenas aterrizamos en casa nos llegan las geniales fotos de Montoro que le pedí a Gregorio, y esta mañana Miguel nos envía para la crónica una selección de fotos del encuentro, todas imprescindibles). (Pocos días después Fernando me envía al correo electrónico 5 espectaculares panorámicas de Montoro)
No voy a relatar detalles morbosos sobre nuestro viaje hasta el punto de encuentro. Pero lo cierto es que me equivoco en una de las interminables rotondas, pese a las indicaciones del “tontón”, y que cuando llegamos a la estación de autobuses me pongo nervioso al no ver a Miguel. Suena entonces el móvil de Mónica. Miguel nos orienta hacia el parquin de la Universidad.
-¿Pero dónde está eso y por dónde se va? –le pregunto alterado a Mónica, que me señala a Miguel con el móvil en la mano haciéndonos señas desde el otro lado de la vía urbana, que pasa por delante de la estación de autobuses donde nos hemos detenido.
Nos saludamos tras aparcar y calmarme, intercambiando Fernando y yo, además del abrazo de rigor, una botella de buen vino y un libro de poesías. En la comida cae una botella de vino del restaurante, que Fernando apenas cata, ya que sigue un régimen de recuperación de su tratamiento del cáncer. Me beberé la botella de vino con que me ha obsequiado recordando su incontenible pasión poética, (dos libros publicados en Amazon, tres sin publicar y otro en realización), y su conocimiento singular de árboles y plantas que ha exhibido con magistral dominio en la visita al Palmeral de Elche. No tardaré mucho en conseguir sus dos ejemplares publicados, como ya lo ha hecho Antonio Luna.




Despachados los variados menús nos fotografía el camarero


Respecto a Miguel, quiero expresar que ha sido un anfitrión impecable que en ningún momento ha hecho la menor alusión a sus problemas personales. Al despedirnos le ofrezco una invitación en el Lidu, restaurante oriental de Mutxamel, que me acepta de buen grado.
Una especial reflexión me viene a la mente al término de un día compartido en el que hemos tenido sol, lluvia y vientecito húmedo que te hiela las orejas y la nariz:




En la entrada del Palmeral municipal de Elche






Llovizna que no afecta a nuestro excelente ánimo

 




Plaza desde donde sale el trenet turístico







Basílica de Santa María o Iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción







Frente al pórtico barroco de la iglesia, tapando ominosamente las esculturas







Vista de Elche centro



Más allá de nuestras encomiables habilidades artísticas y locuacidad profesoral, más allá de nuestros problemas personales de salud, más allá de creencias religiosas o políticas… de lo que verdaderamente somos maestros es de una maravillosa e inenarrable AMISTAD.
¡Que Dios nos bendiga a todos, ateos y creyentes!




Petunia del Palmeral 


(Hasta aquí el reportaje fotográfico pertenece íntegramente a Miguel López Navarro. Las siguientes fotos las hice yo mismo.)




En esta foto intenté fotografiar a los dos patitos que nadan junto al pato blanco...




...que en esta otra foto se distinguen un poco mejor. Parque Municipal del Palmeral de Elche




Intento fallido de fotografiar al pajarillo verde. 
Parque Municipal del Palmeral de Elche






"¿Floricoles?". Fernando tampoco conocía esta especie del Palmeral



miércoles, 1 de febrero de 2023

 

INCERTEZAS

 


Ayer los días de verano

nos persuadieron de largo

de nuestra propia existencia.

 

Aquellos años tiramos

muchas piedras, hermano.

Una falta de respeto enorme

regía nuestras costumbres

meciendo nuestra vida indolente.

 

Hoy este frío intenso

me cuartea la piel,

que se me afina

como papel de fumar.

 

Mis certezas ya no son.

Vamos existiendo menos.


                   José Antonio Moltó Carbonell


(Gracias, amigo, por esta colaboración poética tan personal, de estilo directo y sin adornos, y a la vez impecablemente expresiva).