viernes, 10 de febrero de 2023

 

ENCUENTRO ENTRAÑABLE Y VISITA A ELCHE Y PUERTO DE SANTA POLA UN 9 DE FEBRERO DE 2023


 

PARTICIPANTES: Miguel López Navarro, Fernando Prior y su mujer Trini, Gregorio y su mujer Pepi, Mónica y su marido, yo.


 





Comienzo esta crónica por el final. (Por favor, no me preguntéis por qué. ¿Acaso yo lo sé?)

En los instantes previos a la amistosa despedida y disolución del grupo, tras tomar unos cafés, poleo y un gin tónic en “La taberna del puerto” de Santa Pola, Trini y Pepi nos ofrecen este sincero y directo comentario:
-Siempre acabáis igual, hablando del seminario. Pero, de todas maneras, preferimos estos encuentros en pequeño grupo que las macro reuniones donde no se puede conocer de verdad a nadie. 
-Es que aquellos años de seminaristas nos dejaron una huella indeleble –asiente Gregorio.
-Sí, –tercio yo- nos moldearon de tal modo que aún se nos nota un aire de santurrones.
-¡Ya te digo! ¿No tengo yo acaso carita de cura? –me responde Gregorio.
-Y hasta de obispo, si te esfuerzas un poquito –remato ponderando su rostro de santoral martirológico.
Por lo visto y oído, Gregorio se despidió del seminario excusándose de no terminar los estudios teológicos debido a su “enamoramiento de carácter irreparable”. Fernando sí terminó Teología, pero se decantó in extremis por el matrimonio. En sus poesías rezuma, a veces, un profundo sentimiento religioso cristiano, que no católico, cosa admirable para mí, taoísta caótico.
Aclaro que el bar al que nos ha traído el bueno de Miguel, (el maestro indiscutible de los frutos secos, ya retirado de “facto” del negocio pero no de corazón, -como todos sabemos-), se encuentra pegado a la Lonja del pescado. Desde una pared acristalada del local se pueden ver pasar sobre una cinta transportadora las cajas de pescado y marisco que comprarán mañana los mayoristas.
Las dos parejas cordobesas muestran un gran interés por las capturas de las cajas y acaban siendo recompensados con la presentación de un hermoso pescado de unos tres kilos en la mismísima barra del bar. Torpe de mí, no recojo el nombre del plateado y valioso ejemplar. (Fernando nos chiva en su comentario a esta crónica que se trataba del pez Limón).
Por mi parte, me entero de que la puja del pescado actualmente se efectúa electrónicamente y no como yo la presencié, milenios atrás, con la retahíla del subastador a la baja.





  Vista panorámica del puerto de Santa Pola



Intento pagar subrepticiamente las consumiciones en el bar pero se me adelanta Fernando. Los tiques del trenecito que nos ha paseado por Elche también los ha pagado Gregorio, según me chiva Miguel.
Como veis, se me escapan muchos detalles. Tampoco atiendo apenas al recorrido del trenecito, embarcado en una sesión de sanación para todo el grupo con el péndulo, previa invocación a los “hermanos de luz”, guías espirituales y yo superior de cada uno, a quienes damos las gracias.




Sesión de péndulo durante el recorrido en el trenet



Miguel, buen conocedor del puerto y los hombres de mar, saluda e interpela a un pescador que se cruza con nosotros a la salida del bar. El pescador, con su delantal de faenar aún puesto, le explica que el mal tiempo ha reducido al mínimo la salida de las barcas durante toda la semana, lo que redundará en mejores precios del escaso género que hayan capturado los esforzados y sufridos pescadores como él.



                  Puerto de Santa Pola al atardecer



Luego, estando juntos Gregorio, Miguel y yo, Miguel nos llama la atención sobre la puesta del sol y el panorama de doradas nubes que orla el horizonte marino.

Mientras Gregorio toma una panorámica del puerto en dirección hacia el ocaso solar, Miguel se marcha a fotografiar la puesta de sol desde el extremo del malecón.

Ya nos habíamos despedido previamente de él Gregorio y yo, agradeciéndole la invitación de la comida y la amabilidad con que ha hecho de guía para nosotros por el parque municipal de Elche y el centro monumental de la ciudad. (La iglesia de Santa María estaba cerrada, por lo que simplemente nos fotografiamos en su portada barroca).

Me faltaba comentar que, desde el puerto de Santa Pola, el aire cristalino nos permite divisar la isla de Tabarca con gran nitidez. Mónica les explica a Pepi y Trini dónde amarra la Kontiki en aquel abarrotado puerto tan saturado de barcas pesqueras, y que la Kontiki sólo tarda media hora en arribar a Tabarca desde allí.

-¿Dónde tienes el yate, Miguel? –le habían preguntado guasonamente Fernando y Gregorio cuando llegamos al puerto de Santa Pola camino de “La taberna del puerto”.

Cuando el resto del grupo ya nos despedíamos cordialmente, a punto de coger los coches y refugiarnos en ellos de las rachas de aire frío, Fernando sale escopetado en busca de Miguel para despedirse. Le llamo y le comento que Miguel ya se encuentra lejos de nosotros, y que he quedado en despedirme de todos de su parte, ya que las fotos de la puesta de sol le urgían dejándole sin margen para las despedidas.

Haré aquí mención de la revelación, al término de la comida, de que Pepi compone haykus y poesías más que loables, mientras su marido, Gregorio, pinta cuadros de un nivel artístico increíble, en serio, no es coba. Además, ambos pertenecen a dos corales de canto gregoriano. Tengo el honor de escuchar a Gregorio luciéndose a capela poco antes de despedirnos ambos de Miguel.

En cuanto a la afición y calidad fotográfica, creo que todos lo petamos. Aunque en honor a la verdad, Fernando (Ferlancor. Flickr) y Miguel son los diestros de mayor calado y prestigio en dicho arte, con fotos paisajísticas para llorar de envidia.





Fuentes sobre el suelo de una plaza céntrica de Elche







Monumento y fuentes del Palmeral de Elche



Les pido a los tres colegas que no dejen de mandarme algunas de sus bellísimas fotos para ilustrar mis cotilleos del encuentro y dar lustre a esta destartalada crónica. (Apenas aterrizamos en casa nos llegan las geniales fotos de Montoro que le pedí a Gregorio, y esta mañana Miguel nos envía para la crónica una selección de fotos del encuentro, todas imprescindibles). (Pocos días después Fernando me envía al correo electrónico 5 espectaculares panorámicas de Montoro)
No voy a relatar detalles morbosos sobre nuestro viaje hasta el punto de encuentro. Pero lo cierto es que me equivoco en una de las interminables rotondas, pese a las indicaciones del “tontón”, y que cuando llegamos a la estación de autobuses me pongo nervioso al no ver a Miguel. Suena entonces el móvil de Mónica. Miguel nos orienta hacia el parquin de la Universidad.
-¿Pero dónde está eso y por dónde se va? –le pregunto alterado a Mónica, que me señala a Miguel con el móvil en la mano haciéndonos señas desde el otro lado de la vía urbana, que pasa por delante de la estación de autobuses donde nos hemos detenido.
Nos saludamos tras aparcar y calmarme, intercambiando Fernando y yo, además del abrazo de rigor, una botella de buen vino y un libro de poesías. En la comida cae una botella de vino del restaurante, que Fernando apenas cata, ya que sigue un régimen de recuperación de su tratamiento del cáncer. Me beberé la botella de vino con que me ha obsequiado recordando su incontenible pasión poética, (dos libros publicados en Amazon, tres sin publicar y otro en realización), y su conocimiento singular de árboles y plantas que ha exhibido con magistral dominio en la visita al Palmeral de Elche. No tardaré mucho en conseguir sus dos ejemplares publicados, como ya lo ha hecho Antonio Luna.




Despachados los variados menús nos fotografía el camarero


Respecto a Miguel, quiero expresar que ha sido un anfitrión impecable que en ningún momento ha hecho la menor alusión a sus problemas personales. Al despedirnos le ofrezco una invitación en el Lidu, restaurante oriental de Mutxamel, que me acepta de buen grado.
Una especial reflexión me viene a la mente al término de un día compartido en el que hemos tenido sol, lluvia y vientecito húmedo que te hiela las orejas y la nariz:




En la entrada del Palmeral municipal de Elche






Llovizna que no afecta a nuestro excelente ánimo

 




Plaza desde donde sale el trenet turístico







Basílica de Santa María o Iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción







Frente al pórtico barroco de la iglesia, tapando ominosamente las esculturas







Vista de Elche centro



Más allá de nuestras encomiables habilidades artísticas y locuacidad profesoral, más allá de nuestros problemas personales de salud, más allá de creencias religiosas o políticas… de lo que verdaderamente somos maestros es de una maravillosa e inenarrable AMISTAD.
¡Que Dios nos bendiga a todos, ateos y creyentes!




Petunia del Palmeral 


(Hasta aquí el reportaje fotográfico pertenece íntegramente a Miguel López Navarro. Las siguientes fotos las hice yo mismo.)




En esta foto intenté fotografiar a los dos patitos que nadan junto al pato blanco...




...que en esta otra foto se distinguen un poco mejor. Parque Municipal del Palmeral de Elche




Intento fallido de fotografiar al pajarillo verde. 
Parque Municipal del Palmeral de Elche






"¿Floricoles?". Fernando tampoco conocía esta especie del Palmeral



6 comentarios:

  1. Precioso relato y preciosas las fotos!.

    ResponderEliminar
  2. Sobre todo, las fotos de Miguel.
    Como ves, aún logra la vida sacarnos de casa para que alternemos con gente estupenda.
    Y además me regala tu amable comentario, que me sabe a gloria.
    Espero, deseo y confío en que os vaya muy bien a ti y a tu familia, que también sois gente maravillosa.
    Un fuerte abrazo, José Manuel

    ResponderEliminar
  3. Amigo Pedro me ha gustado mucho tu crónica y eso que has empezado por el final... La verdad es que me ha dado sana envidia ese encuentro de compañeros en Elche y nada menos que con Miguel ejerciendo de anfitrión, todo un lujo !!
    En estas ocasiones no se puede quedar uno en casa, la recompensa merece la pena aunque he podido comprobar que el tiempo estuvo algo lluvioso. Hay que aprovechar las pocas oportunidades que tenemos de reencontrarnos.
    Mis felicitaciones a Miguel por sus preciosas fotos y un fuerte abrazo para Mónica y para ti.

    ResponderEliminar
  4. Muy agradecido, Manuel, por el amable y elogioso comentario a Miguel, guía y fotógrafo, y a este cronista aún vigente.
    Le ofrecí a Fernando hacer la crónica al alimón, pero declinó la oferta aduciendo que ya había escrito suficientes crónicas anteriormente.
    Hoy día 14, Miguel quiere ir a Benidorm a despedirse de Fernando y el resto del grupo. Nos ha invitado a Mónica y a mí a acompañarle. Por desgracia, Mónica se acatarró el sábado pasado cuando fuimos al 40 cumpleaños de nuestro sobrino David. Aparcamos muy lejos de casa de mi hermana y el mal tiempo (viento frío) le ha pasado factura.
    Aunque no pueda acompañar a Miguel, me alegró encontrarle tan animado y dispuesto.
    Sé que Móstoles te desafía con su clima invernal, pero que no te rindes y das tus buenos paseos todas las mañanas. Te felicito por ello.
    Un gran abrazo para ti y Manuela, que ya saborea las mieles de su cercana jubilación.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué magnífica crónica! ¡Chapeau amigo Pedro! Sólo un buen periodista que domina la pluma puede empezar una crónica tan detallada por el final manteniendo vivo el interés y deleitando con detalles que sólo una mente y una memoria como la tuya pueden retener con tanta precisión y expresar con tanta perfección. Creo que no se te ha escapado ningún detalle salvo que el trenecito daba un olor a gasoil que casi te mareaba. No puedo mandarte ninguna foto porque tengo prácticamente las mismas que enriquecen tu crónica y que Miguel y tú habéís captado con gran acierto y belleza. El pez tenía varios nombres, sólo recuerdo uno de ellos, Pez limón.
    A mi esposa también le ha encantado tu crónica y tanto a ti como a tu esposa os manda un fuerte abrazo que se une con el mío

    ResponderEliminar
  6. Es un auténtico placer recibir una crítica tan amable y fraternal tuya.
    La verdad no es que yo escriba bien, sino que escribo lo mejor que puedo, mejorable siempre, por supuesto.
    Tengo encargados tus dos libros de poesía y pronto tendré el placer de recrearme con los efluvios de amor a tu tierra y a la vida que generosamente conviertes en música poética.
    Ayuno, dietética, péndulo sanador... me están ayudando mucho. En la sesión de péndulo de ayer también pedí sanación para ti.
    Se me ocurre que podías buscar alguna terapia alternativa a las medicinas que tomas: acupuntura (la de Tien especialmente), homeopatía, naturopatía, dietética...
    La matrix médica es muy potente, pero existe vida fuera de ella, afortunadamente.
    Un fuerte abrazo y que el ánimo no decaiga. Muchas gracias por tu amistad.

    ResponderEliminar