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Vuestras reflexiones son muy heterogéneas. Me parecen todas bien. Gracias Fili por la corrección, quería decir inocuas.

La postura de Juan Martín me sugiere resignación. Tras la revolución industrial, en su principio super contaminante, explotadora e inhumana, las reivindicaciones obreras impulsaron mejoras en horarios, sueldos etc. pero la contaminación atmosférica continuó hasta que los alemanes se alarmaron al comprobar que sus bosques se chamuscaban por la lluvia ácida.

Conclusión: o nos movilizamos por la salud o nos frien en el microondas sin pestañear. (Todo son opiniones mías discutibles, no pretendo dogmatizar).

Fili es más ecléctico y pide demostraciones oficiales, que yo no le puedo dar. Lo único que tengo son opiniones formadas en lecturas, vídeos y artículos de Internet. Pero he escogido unos párrafos ilustrativos de distintos artículos de Internet para sacarle de su zona de confort:

Científicos como Martín Pall, Chiara De Luca o Dominique Belpomme, entre otros, demuestran la existencia de graves daños celulares, metabólicos o neurológicos en personas electrohipersensibles con pruebas objetivas (encefaloescaner, marcadores genéticos y biológicos). Otros estudios apuntan que el daño se extiende a toda la población y a toda clase de vida [9].

Un enemigo invisible

El impacto de estas tecnologías sobre la salud puede ser mayor que el del tabaco. El 100 % de la población o las utiliza o, en todo caso, sufre pasivamente sus efectos, incluso en su propia casa. Las compañías aseguradoras no se responsabilizan de los daños que ocasionen. Y, en una huida hacia delante de imprevisibles consecuencias, no se reconoce que el problema existe y se siguen desplegando sin ningún tipo de prevención. El doctor Pall explica que no se trata de prescindir de estas tecnologías, sino de racionalizar su uso y de investigar para mitigar sus efectos adversos.

"Los gobiernos no están controlando lo que pasa y los científicos estamos muy preocupados", dijo Ceferino Maestu, director del laboratorio de bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid.

"Ya es imposible decir que las radiofrecuencias no producen cáncer", afirmó David Carpenter, coautor del informe internacional "Bioinitiative" y director del Instituto de Salud y Medio Ambiente (Nueva York), centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No es una coincidencia que Wuhan, China, haya activado su primera red de comunicación 5G solo dos semanas antes de que la primera persona conocida se enfermara allí con una enfermedad que desde entonces ha cerrado el mundo. No es una coincidencia que el crucero Diamond Princess zarpó con antenas de comunicación satelital 5G a bordo, inmediatamente antes de que la misma enfermedad enfermara a cientos de sus pasajeros. No es una coincidencia que Alemania, esta primavera, trajo la tecnología 4G-LTE por primera vez a áreas cercanas a sus fronteras inmediatamente antes de que las aves pequeñas comenzaran a morir en grandes cantidades precisamente en esas áreas.

Los CEM a los que estaremos expuestos podrían afectar a nuestra salud gravemente. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la IARC (Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer) han catalogado los CEM de frecuencias entre 30 Khz y 300 Ghz son posiblemente carcinógenos para los humanos y agrupados Grupo 2B. Recuerda que las radiofrecuencias (RF) de 5G operan dentro de ese rango.

En Francia, Bélgica, Inglaterra, Suiza, Italia, España, Estados Unidos, India, Polonia o Alemania se están produciendo protestas contra la expansión de la red 5G para la telefonía móvil que se está imponiendo a los ciudadanos sin pruebas de su inocuidad para la salud. La empresa Vodafone ha anunciado que su red 5G estará disponible en 15 ciudades de España a partir del 15 de junio, aunque a los habitantes de esas ciudades no se les ha informado de la enorme tasa de radiación a la que se enfrentarán: será de 10 a 100 veces más intensa que ahora.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) y el Consejo de Europa, entre otros organismos, hace tiempo que vienen advirtiendo de los riesgos de la exposición a radiofrecuencias, así como de la especial vulnerabilidad a dicha exposición de las personas electrohipersensibles, niñas y niños, embarazadas y personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas. “El despliegue del 5G constituye un temerario experimento sobre la humanidad y el medio ambiente”, denuncia la organización.

Aparte de aclarar a Fili que no se trata de una broma de chalados, espero convencer a Manuel Jurado de que nos están robando la salud, además de la LIBERTAD, justo por esos intereses espurios que cita, de quienes buscan el control mundial con el nuevo orden que incluye el 5G y vacunas muy peligrosas, que recomiendo no ponerse alegremente, sin informarse antes con todo lujo de detalles de sus efectos y contraindicaciones.

Gracias a los tres. La verdad está ahí fuera.

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