viernes, 15 de enero de 2021

 

Una noche bastarda

 

La desilusión, el desencanto

y una miaja de desesperación

son inevitables

cuando ves cambiar aceleradamente el mundo

-dejándote tirado en sus orillas-

sin que cambie lo único que tú desearías que cambiase:

la indecencia de la desigualdad,

la maquinaria inhumana construida con rutinas, 

favoritismos y honorables mentiras.

 

Las estrellas prefiero no mancharlas.

Tal vez sean la única verdad, nuestra última esperanza.

La noche es misteriosa. Guarda lo que olvidamos.

 

Y, ¿quién sabe?, 

tal vez los derrotados

seamos una fuerza asombrosa y temible

tras el naufragio de los impostores,

cuando Bukowsky nos invite a una ronda de cerveza

en un bar que apesta a grasa y orines

una noche bastarda.

2 comentarios:

  1. Las personas que buscamos, queremos y luchamos por un mundo más humano y solidario no debemos sentirnos derrotados. Las estrellas de la ilusión deben brillar en la noche negra para darnos fuerza e impulso. Nunca debemos desesperarnos amigo Pedro.
    Un abrazo

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  2. Estamos de acuerdo, Fernando.
    Lo malo es que los impostores (los enemigos y traidores de la Humanidad) nos mantienen a raya, y eso cuando no nos dan ciento y raya.
    Estamos en guerra contra un fascismo global que domina la economia, la ciencia, la información... y nos dejamos manipular sin oponernos porque no queremos creerlo y preferimos ir al matadero completamente zombificados.
    Mi esperanza consiste en "esperar" que despertemos antes de que nos aniquilen o esclavicen más todavía.

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