QUE
CIEN AÑOS DURE
Como niños
pequeños asustados
nos tragamos
las infames mentiras
de hienas miserables
sin moral.
Amordazados,
vacunados, presos
confiamos nos
devuelvan un día
tanta perdida
vida y libertad.
El terror y
la muerte nos imponen
estos secuaces
de la podredumbre
que usurpan
con descaro Autoridad.
Ocultan,
manipulan y castigan
a todo defensor
de la verdad,
¡mientras
afirman que nos salvarán!
Todo termina
bien, dice su cuento,
pero si
nadie lo remedia pronto
hasta las
mismas piedras gritarán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario