domingo, 20 de junio de 2021

 

CARTA ABIERTA A MI AMIGO JOSÉ MANUEL

 

Me decías en un comentario que el dolor sentido por la pérdida de mi hermano podía ayudarle en su tránsito inter dimensional.

Esa idea la he relacionado con la suposición popular de que los sueños en que sufres por un familiar, amigo o conocido, creyendo que ha muerto, les ayuda energéticamente.

Mis creencias actuales ni afirman ni desmienten, pero creo más bien que nuestro sufrimiento lo aprovechan directamente los depredadores inorgánicos.

El dolor, y me refiero en exclusiva al físico, todos lo experimentamos en mayor o menor medida en diversas ocasiones de nuestra vida. No queda más remedio que soportarlo, paliarlo o prevenirlo.

Llamo sufrimiento al dolor de tipo mental, emocional o/y espiritual, que depende más de nosotros mismos que de las circunstancias, es decir, que es subjetivo.

Entiendo que me aconsejabas dejar fluir el sufrimiento emocional para ayudar a mi hermano muerto y a mí mismo al liberar mis sentimientos.

Pero el trastorno emocional que sentí con la fulminante pérdida material de mi hermano Eduardo, no me atreví o supe cómo liberarlo, porque me desbordaba.

Mi esfuerzo, como ya conté, lo dirigí a serenarme y controlarme.

A los pocos días del deceso de Eduardo me sentí fatal, con un malestar físico que incluía dolor de cabeza, ojos cargados, cansancio y mal cuerpo para todo, incluso para comer. (Algo similar a los efectos de las actuales terapias génicas que llaman vacunas, según me cuentan diversas personas).

Tras hacer un par de salidas con el coche en esas incómodas circunstancias, junto a Mónica, para aprovisionarnos, llegamos a casa con las compras y mi pésimo estado anímico.

Visité al señor Roca, (váter), con alguna urgencia y entonces comencé a desaguar mierda cual desbordado torrente. Todo super líquido y en cantidad desproporcionada.

Asumí que mi cuerpo estaba efectuando una limpieza intestinal, y al mismo tiempo un desatasco de emociones y tensiones que no supe canalizar (digerir) convenientemente al exterior con anterioridad.

En un día, y con varias siestecitas y alguna visita más al señor Roca, comencé a sentirme mejor.

Esa noche me atreví a cenar dos yogures y un plátano, tras un día y medio a base de agua. 

Al día siguiente comí poco, pero el guiso de verduras y patatas hervidas con hojas y tallos de remolacha no lo digerí tan bien como deseara. Esta mañana he vuelto a desaguar verde un par de veces aunque no exageradamente.

Entonces, me he dicho, “cojonudo, voy a terminar estando más limpio por dentro que una patena”.

Me siento bien, sólo tomo té, que finalmente he edulcorado con miel,  y estoy animado para la excursión de mañana al pantano de Tibi con una pareja de amigos.

Mónica llevará papel higiénico por si tengo algún apretón que resolver en descampado. Por lo demás estoy en un momento maravilloso de limpieza, regeneración hepática y descanso orgánico que me está viniendo de perlas y se me lleva algunos kilitos de los 15 ó 20 que me sobran.

Respecto a Eduardo, varias personas intercedieron por él tras su muerte. A una de ellas le contestó Azrael, el ángel de la muerte, que le cuidaría evitándole ataques astrales indeseables.

Como colofón te diría que la paz se alcanza con la liberación de la mierda, pero esto suena definitivamente fatal.

En fin, ahí lo dejo, deseándote la misma paz de espíritu, (sin necesidad de cagaleras), que yo estoy consiguiendo gracias al ayuno y el amor de todos las personas que me queréis y a las que quiero. Gracias por todo ello y un fuerte abrazo para ti, confiando podamos volver a vernos pronto.       

6 comentarios:

  1. Querido Pedro: siento mucho llegar tan tardíamente a ofrecerte mis condolencias por la muerte de tu hermano. No me he enterado hasta ahora mismo. Absolutamente incapaz de digerir tus panegíricos antivacuna, hace tiempo que decidí dejar tus lecturas hasta que todo esto pase. De ahí mi tardanza. Lo siento mucho, amigo. También yo conocí, por desgracia, el sufrimiento por la pérdida de un hermano, una hermana, en mi caso. Un fuerte abrazo.

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    1. jajaja, todos tenemos nuestras obsesiones pero a mi no me molestan tus 'panegericos antivacunas', además me consuelo pensando 'Si que Mónica le debe querer mucho, y si que debe tener muchísima paciencia'. Un abrazo.

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  2. hace un tiempo vi esto escrito en aleman, que no entendía nada, de un escritor que no conocía Bonhoeffer, pero si conocía al que hacía referencia al texto, y hacía poco había perdido a su hija.

    Es gibt nichts, was uns die Abwesenheit eines Menschen ersetzen kann,
    und man soll das auch gar nicht versuchen;
    man muss es einfach aushalten und durchhalten;
    das klingt zunächst sehr hart,
    aber es ist doch zugleich ein großer Trost;
    denn indem die Lücke wirklich unausgefüllt bleibt,
    bleibt man durch sie miteinander verbunden.
    Es ist verkehrt, wenn man sagt, Gott füllt die Lücke aus;
    er füllt sie gar nicht aus,
    sondern hält sie vielmehr gerade unausgefüllt,
    und hilft uns dadurch,
    unsere echte Gemeinschaft miteinander – wenn auch unter Schmerzen – zu bewahren.

    Lo puse en google y dice algo así:
    No hay nada que pueda reemplazar la ausencia de un ser humano.
    y uno ni siquiera debería intentarlo;
    solo tienes que soportarlo y perseverar;
    eso suena muy duro al principio,
    pero al mismo tiempo es un gran consuelo;
    porque al dejar realmente la brecha sin llenar,
    uno permanece conectado entre sí a través de ellos.
    Es incorrecto decir que Dios llena el vacío;
    ni siquiera lo llena,
    sino que lo mantiene vacío ahora mismo,
    y así nos ayuda
    para mantener nuestra verdadera comunión unos con otros, aunque sea dolorosamente.

    Y me pareció verdadero.

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  3. A mí también me resuena ese mensaje con carga positiva. Las condolencias recibidas, al intentar poner un remedio al sufrimiento, nos recuerdan esa conexión básica que tan fácilmente olvidamos y resulta ser tan esencial.
    Gracias, José Manuel, por aclarame un poco el tema.
    Mónica y yo seguimos desbrozando la casa de Eduardo tirando bolsas y más bolsas de basura.
    Mi hermana "Perla" me aclaró que el cáncer origen de las metástasis de Eduardo era de páncreas.
    Un abrazo.

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    1. Saber que el origen era el páncreas consuela mínimamente, pero consuela saber que no había nada que hacer, que tu hermano tomo la resolución correcta.

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  4. En nuestra última conversación insinuó que el exceso de electromagnetismo en su modo de vida pudo haberle pasado factura. Tenía todos los aparatos electricos posibles y pasaba muchas horas al ordenador.
    Por otra parte, tras la jubilación, nos confesó sufrir alguna que otra depresión. La enorme casona y la soledad no eran nada estimulantes para él.
    Su arboleda y las esporádicas visitas o encuentros familiares le animaban un poco, pero, por lo demás, le fallaban las espectativas y los ánimos para acometer los cambios necesarios.

    Aunque en el hospital no le facilitaron otra opción que la sedación terminal, asumió generosamente no crearnos problemas prolongando su agonía.
    Creo que no hay que darle más vueltas al tema y dejar que su vacío nos amplíe la conciencia de la unidad, como dice el poema.
    Tú también sueles vivir la soledad como norma, pero no olvides que algunas personas te queremos y deseamos compartir más momentos contigo.
    Las bicis, al final, saldrán de la casa camino de la chatarra.
    Un abrazo, José Manuel.

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