GETSEMANI
Desgajado mi
sentir
por la
muerte de mi hermano
perdí placeres
livianos
como el comer
y el dormir.
Tiene a mi
mente ofuscada
mi corazón
angustiado
con pensamientos
aciagos
que la dicha
me arrebatan.
El dolor no
se detiene
y con nada
me relajo.
Entre mis
cosas viajo,
mas ninguna
me entretiene.
Quisiera ser
como un niño
pleno de luz
cada día,
vivir lleno
de alegría
en vez de
este pesimismo.
Sin apenas
respirar
ando como un
alma en pena,
arrastrando esta
condena
que no
quiere terminar.
Vivir sin
apenas ganas
no me parece
vivir,
pues también
hago sufrir
a Mónica y mis
hermanas.
Atrapado en
la falacia
de que está
cerca mi fin,
no hay
caminos para mí.
Todo se vuelve
desgracia.
Oro desde el
sufrimiento
cual Jesús oró
en el huerto
y ni a
enemigo deseo
que sufra el
mismo tormento.
Que me sepan
consolar
pido a mis
queridos guías,
que me sanen
esta herida
y me
retornen la paz.
Amigo Pedro, a veces va bien desconectar un poco de la vorágine que nos rodea, Las personas necesitamos un clima propicio para vivir y estar bien, como le pasa a las plantas.
ResponderEliminarMe atrevo a aconsejarte un poco de distancia con la problemática ajena, podemos ayudar en nuestro entorno a las personas que nos rodean, pero el mundo a pesar de los errores es de recorrido largo y camina despacio.
Cuídate y haz caso a quienes te quieren.
Un fuerte abrazo.
Será muy bueno lo que salga de esta noche oscura, volverá la paz, la alegría y llegará algo mas de regalo. Estás en un ambiente precioso, todo va a ir muy bien. (y me alegro de que escribas algo aquí, que des señales de vida)
ResponderEliminarLa crisis que estoy viviendo tiene un principio, un desarrollo y... espero que un fin satisfactorio. Algo debería enseñarme para mi vida de aquí en adelante.
ResponderEliminarMi principal esfuerzo es comprender los factores que la han producido, pues las recetas, (todas encomiables y tenidas en cuenta), me podrían curar, mantener a flote... ¿pero me sanarán completamente?
En ese sentido, José Manuel, me estás sugiriendo una catarsis regeneradora, que lógicamente deseo con toda mi alma.
Además, no dudo que tu expresión esperanzadora proceda de tus propias experiencias y del cariño y amabilidad que alberga tu buen corazón.
Respecto a tus balsámicas palabras y buenos deseos, Juan, no tengo más que mi sincero agradecimiento.
De hecho, sigo bastante a rajatabla ese criterio que me propones de cierto distanciamiento, pero sin poder evadirme del todo de la triste realidad, pues carezco de habilidades escapistas.
Casi a diario, cuando salgo a pasear por el campo, me aparecen en brazos y piernas ronchas o inflamaciones con picores.
Mi hermana y una compañera de taichí tienen el mismo problema. Sin hacer nada, las ronchas desaparecen alrededor de una hora o poco más.
Mi hermana ha ido a varios médicos que no le han encontrado alergias ni causas biológicas internas.
Queda una posible explicación: intoxicación externa a través de los poros por grafeno u otras sustancias tóxicas que vierten en la atmósfera los llamados chemtrails.
Es una suposición, pero llevo ya un par de años con estos ataques, que al principio me producían picores en el cuero cabelludo y brazos, tan intensos que tenía que regresar a casa a ducharme y restregarme fuertemente para lograr que cesaran.
La desinformación y manipulación de los medios de comunicación no es una pesadilla mía de una mala noche. Cuando no se debaten los problemas y se imponen las soluciones lo que tenemos es dominación basada en la mentira.
La vacunación masiva con sustancias peligrosas para la salud, convirtiendo a la población en conejillos de indias de una supuesta terapia genética, que a todas luces es completamente innecesaria, (basta con estudiar la mortalidad de los últimos diez años), me sigue preocupando. ¿Qué terrible futuro asoma su siniestra faz por el horizonte de los próximos años?
No obstante, cuando salgo a pasear lo olvido todo... hasta que aparecen las ronchas inflamatorias.
No pretendo preocuparte con mis creencias, por más fundamentadas que estén para mí, amigo Juan, sino expresarte que me resulta imposible ignorarlas del todo.
Juan, José Manuel, os deseo lo mejor, desde mi agradecimiento y afecto. No tenéis que preocuparos por mí, pues poco a poco me estoy normalizando y vuelvo a conciliar el sueño con más facilidad.
Un fuerte abrazo a ambos.
Querido hermano, sabemos como la partida de nuestro querido hermano Eduardo y antes nuestro querido Emiliano, nos ha dejado descolocados y con mucho dolor. Somos conscientes del tuyo porque conocemos de primera mano tu unión con Edu desde tu más tierna infancia. sabes que Gema y yo te queremos mucho y estamos para todo lo que necesites, sentimos tu dolor, que es también el nuestro. un abrazo enorme
ResponderEliminarVuestro cariño es un regalo maravilloso que me está ayudando en estos momentos a superar la pérdida. Espero estar a vuestra altura aunque no pueda decir, "pues yo os quiero más" o lo de Miguelito de Mafalda: "A cariñoso no me vais a ganar".
ResponderEliminarUn beso con mucho corazón. Y gracias por vuestra visita de los miércoles.