REFLEXIONES ABORTIVAS
DE LA INDIGENCIA HUMANA
Como no
pretendo confundir a nadie, adelanto que este artículo simplemente explora las
contradicciones del mundo tecnológico, que nos individualiza y aísla,
absorbiendo de paso nuestra actividad mental hasta el punto de eclipsarnos el
mundo natural.
El mundo
tecnológico fabrica información, principalmente visual y auditiva, pero también
ofrece viajes, electrodomésticos, investigación, etc.
Por una
parte la tecnología expande nuestra mente y posibilidades, pero por otra nos
condiciona y controla gran parte de nuestras vidas.
Un sencillo
ejemplo me lo ofreció mi sobrino Adrián, que vino a pedirnos las llaves de la
finca de mi difunto hermano Eduardo, (finca que actualmente administro y cuido),
para llevar allí a su novia.
Mientras nos
desplazábamos por la finca me fue imposible mantener una conversación coherente
con él. Estaba abducido por su móvil, intercambiando interminables mensajes personales
con su novia.
No juzgo
aquí la comunicación entre ellos sino el papel absorbente del aparatito
radioactivo. Estudios psicológicos recientes establecen que cada vez son más
frecuentes las dependencias patológicas con móviles y similares, y no sólo por
videojuegos. También se están estudiando los trastornos fisiológicos en el
lóbulo del cerebro correspondiente al oído utilizado para el móvil.
Sobre el
anormal apilamiento en cadenas de los glóbulos rojos o hematocitos de la sangre,
ha quedado establecido científicamente que lo causan las radiaciones del móvil
por llevarlo habitualmente en algún bolsillo de la ropa que usamos, con el
resultado de peor oxigenación y distribución energética de las células.
Hay personas
que consideran los riesgos de la tecnología y la usan con moderación, pero
tengo la impresión de que niños y adolescentes no están siendo advertidos
convenientemente de los peligros radioactivos, mientras se les ha machacado
compulsiva y bárbaramente sobre los peligros de no llevar un trapo en la boca
que impide la normal respiración y, aún peor, se les ha anulado brutalmente machacándoles con la consabida necesidad imperativa de
inocularse sustancias experimentales ante una enfermedad de escasísima morbilidad
para ellos.
Han sido los
medios de comunicación masiva quienes han creado el alarmismo social y
propiciado las reacciones demenciales gubernativas que han originado los
verdaderos problemas actuales que sufrimos en economía y salud, sobre todo
mental.
La Iglesia
Católica impuso sus dogmas con mano dura, (criminal más exactamente), durante
una larga época (medieval y posterior), dogmas que no tenían fundamento real salvo para
imponer un poder despótico.
El Gobierno
actual, (apoyado por todo el estamento político-corrupto y el judicial,
igualmente podrido, y secundados por el estamento “científico”…), ha
establecido sus perversos dogmas para obtener poder tiránico (para sus amos sionistas) y los mantiene con
todos los medios inquisitorios a su alcance.
El primer
dogma impone la “verdad” absoluta de un virus supercontagiante y ultra destructivo
que ha obligado a soportar confinamientos y vacunaciones, sin admitir que haya otras alternativas, (sólo interesan las ganancias comerciales farmacéuticas y tecno electromagnéticas, la salud no es prioritaria). (Yo aún espero un estudio científico del dichoso virus o lo que sea, pero no).
Y, como la
realidad desmiente el sacrosanto dogma del terrible virus del infierno, alegan que con las vacunaciones han
creado inmunidad de grupo y salvado a millones de vidas.
Es en este
punto, (ya que es imposible demostrar que no sea así pues siguen viviendo personas pese a las "vacunaciones"), donde se atrincheran
repeliendo las evidencias del aumento de cánceres, enfermedades mentales,
mortalidad infantil, colapsos repentinos de deportistas por miocarditis,
embolias sanguíneas y proliferación de daños fisiológicos en millones de
personas, amén de deterioro severo y progresivo del sistema inmunológico de las personas "vacunadas" con
cada nueva dosis de las opacas sustancias.
El segundo
dogma dice que la farmacopea de ARNm o ADN es tan inocua como las radiaciones
electromagnéticas 4G, 5G… y como los "desinfectantes" vertidos en la atmósfera de metales tóxicos, "estelas químicas" o chemtrails.
Ante ambos dogmas criminales, lesivos y repugnantemente miserables, NADIE, perteneciente a los numerosos estamentos oficiales, osa abrir la boca por miedo a sufrir las consecuencias.
Afortunadamente la indecencia
suprema de instaurar el Ministerio de la Verdad (la suya) no ha sido tolerada por el Tribunal Constitucional. (Llegan tarde y dejan sin castigar todas las vulneraciones de los derechos humanos por parte del Gobierno).
Los dogmas
no se discuten y por tanto no es aceptable ninguna opinión, estudio o
descubrimiento que ponga en duda su inapelable “verdad científica”. Por ello,
no hemos visto debatir u opinar en contra de la Iglesia Gubernamental en ningún
medio de comunicación pública desde el inicio de la Plandemia a nuestros días.
¡Qué lástima
que el primer paradigma de la ciencia establezca la investigación de la
realidad sin dogmas, y la discusión abierta de las premisas que se tratan de
demostrar!
Llevo toda
mi vida oyendo cuentos y mentiras convenientes al poder. Franco compraba
a 25 pesetas cada manifestante de sus gloriosas intervenciones públicas, para su
propagandístico baño de popularidad. (Sánchez usa la tertulia televisiva con
ciudadanos seleccionados para lo mismo, aparentar y mantener su impostura).
La “democracia
ejemplar española” amnistió a jueces, políticos, militares, policías y
torturadores, sin olvidar a empresarios del pelotazo, todos ellos franquistas, dejándoles seguir impunemente con su actividad pública, para preservar la “PAZ”.
El rey
emérito, todos los presidentes de la “democracia”, y la casi absoluta mayoría
de políticos gobernantes, han sido pillados en desleales crímenes económicos sin
sufrir desdoro o multas significativas y todos han mentido como bellacos con absoluta alevosía.
Os ahorro
todos los ejemplos salvo el de la alcaldesa de Madrid, la Botella, condenada en
firme por un tribunal, con cargo de malversación de erario público, (venta de
viviendas de protección oficial a fondos buitres). La sentencia de multa
cuantiosa fue anulada irregularmente, sin más, para que otro juez, amigo de Aznar,
pudiera decretar que la Botella era inocente por la cara.
Por un lado
tenemos exceso de información, que nos hace sentirnos inseguros sobre lo que es
auténtico y verdadero y lo que es ficticio. Por otro lado tenemos los dogmas políticos
refrendados por los corruptos y viciados medios de información, machacones y
coríferos.
Ante la
indecisión mental elegimos aquello para lo que nos han programado: acatar la
propaganda y obedecer al AMO.
El único
pensamiento que nos reivindica como seres con consciencia queda anulado con
nuestra sumisión a la propaganda, siempre al servicio de poderes económicos y
políticos mafiosos e impunes.
Ese
pensamiento es: cualquier imposición injustificada es castradora y opresora,
nunca liberación. Y cualquier crimen merece el mismo castigo,
independientemente del rango o poder del criminal. Si no es así, no existe la
Justicia.
A quien dice “A mí me va bien así, no me afectan esos problemas”, tal vez le asalten y destruyan cuando menos se lo espere.
Las “orejeras” tragacionistas son
maravillosas para ignorar el mal, se llamen televisión, móviles o Internet
libre de bulos, pero desgraciadamente no lo evitan.
“EN
EL MOMENTO DE MARCHAR, MUCHOS NO SABEN / que su enemigo marcha al frente de
ellos. / La voz que les manda es la voz de su enemigo. / Quien habla del
enemigo, él mismo es enemigo.”
…………………………
“Los
que llevan la nación al abismo / afirman que gobernar es demasiado difícil /
para el hombre sencillo.”
«AHORA VIENEN POR MI, PERO ES DEMASIADO TARDE»
«Primero se llevaron a los
judíos,
pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde.»
Bertolt
Brecht
A quienes me llaman negacionista les respondo con
absoluta contundencia que NO, me niego a aceptar todo lo negativo que nos
quieren colar, incluido el estúpido apelativo. Niego ser negacionista. ¿Pasa algo? ¿O no?
A quienes me llaman conspiranoico les respondo que los conspiradores se descojonan cada vez que me lo dicen al comprobar lo bien que funcionan las orejeras a su favor.
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