martes, 18 de octubre de 2022

 

REFLEXIONES ABORTIVAS DE LA INDIGENCIA HUMANA

 

Como no pretendo confundir a nadie, adelanto que este artículo simplemente explora las contradicciones del mundo tecnológico, que nos individualiza y aísla, absorbiendo de paso nuestra actividad mental hasta el punto de eclipsarnos el mundo natural.

El mundo tecnológico fabrica información, principalmente visual y auditiva, pero también ofrece viajes, electrodomésticos, investigación, etc.

Por una parte la tecnología expande nuestra mente y posibilidades, pero por otra nos condiciona y controla gran parte de nuestras vidas.

Un sencillo ejemplo me lo ofreció mi sobrino Adrián, que vino a pedirnos las llaves de la finca de mi difunto hermano Eduardo, (finca que actualmente administro y cuido), para llevar allí a su novia.

Mientras nos desplazábamos por la finca me fue imposible mantener una conversación coherente con él. Estaba abducido por su móvil, intercambiando interminables mensajes personales con su novia.

No juzgo aquí la comunicación entre ellos sino el papel absorbente del aparatito radioactivo. Estudios psicológicos recientes establecen que cada vez son más frecuentes las dependencias patológicas con móviles y similares, y no sólo por videojuegos. También se están estudiando los trastornos fisiológicos en el lóbulo del cerebro correspondiente al oído utilizado para el móvil.

Sobre el anormal apilamiento en cadenas de los glóbulos rojos o hematocitos de la sangre, ha quedado establecido científicamente que lo causan las radiaciones del móvil por llevarlo habitualmente en algún bolsillo de la ropa que usamos, con el resultado de peor oxigenación y distribución energética de las células.

Hay personas que consideran los riesgos de la tecnología y la usan con moderación, pero tengo la impresión de que niños y adolescentes no están siendo advertidos convenientemente de los peligros radioactivos, mientras se les ha machacado compulsiva y bárbaramente sobre los peligros de no llevar un trapo en la boca que impide la normal respiración y, aún peor, se les ha anulado brutalmente machacándoles con la consabida necesidad  imperativa de inocularse sustancias experimentales ante una enfermedad de escasísima morbilidad para ellos.

Han sido los medios de comunicación masiva quienes han creado el alarmismo social y propiciado las reacciones demenciales gubernativas que han originado los verdaderos problemas actuales que sufrimos en economía y salud, sobre todo mental.

La Iglesia Católica impuso sus dogmas con mano dura, (criminal más exactamente), durante una larga época (medieval y posterior), dogmas que no tenían fundamento real salvo para imponer un poder despótico.

El Gobierno actual, (apoyado por todo el estamento político-corrupto y el judicial, igualmente podrido, y secundados por el estamento “científico”…), ha establecido sus perversos dogmas para obtener poder tiránico (para sus amos sionistas) y los mantiene con todos los medios inquisitorios a su alcance.

El primer dogma impone la “verdad” absoluta de un virus supercontagiante y ultra destructivo que ha obligado a soportar confinamientos y vacunaciones, sin admitir que haya otras alternativas, (sólo interesan las ganancias comerciales farmacéuticas y tecno electromagnéticas, la salud no es prioritaria). (Yo aún espero un estudio científico del dichoso virus o lo que sea, pero no).

Y, como la realidad desmiente el sacrosanto dogma del terrible virus del infierno, alegan que con las vacunaciones han creado inmunidad de grupo y salvado a millones de vidas.

Es en este punto, (ya que es imposible demostrar que no sea así pues siguen viviendo personas pese a las "vacunaciones"), donde se atrincheran repeliendo las evidencias del aumento de cánceres, enfermedades mentales, mortalidad infantil, colapsos repentinos de deportistas por miocarditis, embolias sanguíneas y proliferación de daños fisiológicos en millones de personas, amén de deterioro severo y progresivo del sistema inmunológico de las personas "vacunadas" con cada nueva dosis de las opacas sustancias.

El segundo dogma dice que la farmacopea de ARNm o ADN es tan inocua como las radiaciones electromagnéticas 4G, 5G… y como los "desinfectantes" vertidos en la atmósfera de metales tóxicos, "estelas químicas" o chemtrails.




Ante ambos dogmas criminales, lesivos y repugnantemente miserables, NADIE, perteneciente a los numerosos estamentos oficiales, osa abrir la boca por miedo a sufrir las consecuencias. 

Afortunadamente la indecencia suprema de instaurar el Ministerio de la Verdad (la suya) no ha sido tolerada por el Tribunal Constitucional. (Llegan tarde y dejan sin castigar todas las vulneraciones de los derechos humanos por parte del Gobierno).

Los dogmas no se discuten y por tanto no es aceptable ninguna opinión, estudio o descubrimiento que ponga en duda su inapelable “verdad científica”. Por ello, no hemos visto debatir u opinar en contra de la Iglesia Gubernamental en ningún medio de comunicación pública desde el inicio de la Plandemia a nuestros días.

¡Qué lástima que el primer paradigma de la ciencia establezca la investigación de la realidad sin dogmas, y la discusión abierta de las premisas que se tratan de demostrar!    

Llevo toda mi vida oyendo cuentos y mentiras convenientes al poder. Franco compraba a 25 pesetas cada manifestante de sus gloriosas intervenciones públicas, para su propagandístico baño de popularidad. (Sánchez usa la tertulia televisiva con ciudadanos seleccionados para lo mismo, aparentar y mantener su impostura).

La “democracia ejemplar española” amnistió a jueces, políticos, militares, policías y torturadores, sin olvidar a empresarios del pelotazo, todos ellos franquistas, dejándoles seguir impunemente con su actividad pública, para preservar la “PAZ”.

El rey emérito, todos los presidentes de la “democracia”, y la casi absoluta mayoría de políticos gobernantes, han sido pillados en desleales crímenes económicos sin sufrir desdoro o multas significativas y todos han mentido como bellacos con absoluta alevosía.

Os ahorro todos los ejemplos salvo el de la alcaldesa de Madrid, la Botella, condenada en firme por un tribunal, con cargo de malversación de erario público, (venta de viviendas de protección oficial a fondos buitres). La sentencia de multa cuantiosa fue anulada irregularmente, sin más, para que otro juez, amigo de Aznar, pudiera decretar que la Botella era inocente por la cara.

Por un lado tenemos exceso de información, que nos hace sentirnos inseguros sobre lo que es auténtico y verdadero y lo que es ficticio. Por otro lado tenemos los dogmas políticos refrendados por los corruptos y viciados medios de información, machacones y coríferos.

Ante la indecisión mental elegimos aquello para lo que nos han programado: acatar la propaganda y obedecer al AMO.

El único pensamiento que nos reivindica como seres con consciencia queda anulado con nuestra sumisión a la propaganda, siempre al servicio de poderes económicos y políticos mafiosos e impunes.

Ese pensamiento es: cualquier imposición injustificada es castradora y opresora, nunca liberación. Y cualquier crimen merece el mismo castigo, independientemente del rango o poder del criminal. Si no es así, no existe la Justicia.

A quien dice “A mí me va bien así, no me afectan esos problemas”, tal vez le asalten y destruyan cuando menos se lo espere. 

Las “orejeras” tragacionistas son maravillosas para ignorar el mal, se llamen televisión, móviles o Internet libre de bulos, pero desgraciadamente no lo evitan.

 

“EN EL MOMENTO DE MARCHAR, MUCHOS NO SABEN / que su enemigo marcha al frente de ellos. / La voz que les manda es la voz de su enemigo. / Quien habla del enemigo, él mismo es enemigo.”

                                                …………………………

“Los que llevan la nación al abismo / afirman que gobernar es demasiado difícil / para el hombre sencillo.”

 

«AHORA VIENEN POR MI, PERO ES DEMASIADO TARDE»

«Primero se llevaron a los judíos,
pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde.»

Bertolt Brecht

 

A quienes me llaman negacionista les respondo con absoluta contundencia que NO, me niego a aceptar todo lo negativo que nos quieren colar, incluido el estúpido apelativo. Niego ser negacionista. ¿Pasa algo? ¿O no?

A quienes me llaman conspiranoico les respondo que los conspiradores se descojonan cada vez que me lo dicen al comprobar lo bien que funcionan las orejeras a su favor.

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