UN RÍO IMPETUOSO
Un caudal
turbulento convulsiona
esta estrecha
consciencia mía
a la que
llamo Mente o Ego
Percibo mi derrumbe
en lamentables signos
que deja a
su indómito paso
el colosal torrente
del destino
Imposto un
personaje estúpido
que se
mantiene vivo
un burdo
equilibrista anclado en el vacío
un ovillo de
miedos y “no quiero”
un poeta sin
rumbo
Aunque
procuro salvaguardar intacta
mi personal locura
en un tosco refugio
palpito y me
confundo
con ajenas demencias
y quimeras
fluyendo en
el desmadre colectivo
hacia Dios
sabe dónde
entre
alarmas confusas de desastre
y fracasos rotundos
Hoy me
siento incapaz de decidir con claridad
si soy el cauce
estrecho
o soy el
torbellino
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