La Opinión de Pedro Calle

 

NOTICIAS DE LA 3ª GUERRA MUNDIAL

(Primer parte de guerra)

 

El ínclito y controvertido mamporrero de la Plandemia, Fernando Simón, vuelve a la palestra anunciando el próximo fin de la obligatoriedad de las mascarillas en las farmacias, sin dar la fecha todavía. Y nos avanza que se hará lo mismo respecto a los hospitales, aunque tomándose un tiempito extra para decretarlo.

Según su iluminada opinión, el que entren a veces enfermos en la farmacia, que pudieran contagiar su gripe, catarro, o lo que sea…, no es demasiado preocupante, aunque ellos sí deberían usar la mascarilla por respeto a los demás.

Nos tocan los cojones con las manos frías.

La otra noticia del frente, referente a los cotidianos ataques contra la salud, por parte de los chemtrails, nos alerta que el boro, litio, aluminio, estroncio, grafeno… con que nos rocían, no sólo afecta a los seres vivos sino que, además, es el principal factor del cambio climático para conseguir la pertinaz sequía que nos asola. Innumerables denuncias, contra estas miserables maniobras de guerra sucia, no prosperan debido a que el Gobierno en curso ha decretado que a los ciudadanos españoles se nos puede impunemente vacunar vía atmosférica por lo que infectarnos sería un asunto previo que ya están realizando.

Con ello pretenden debilitarnos, enfermarnos y desesperarnos cambiando el escenario de sus ataques, que ya no prosperan con los falsos coronavirus.

Siguen tocándonos los cojones con las manos frías.

Para disimular, anuncia el Gobierno una reducción de los impuestos a los agricultores afectados por la sequía.

Y hablando del cambio climático los pedos de las vacas y el humo de los coches han resultado ser factores insignificantes del calentamiento global. Afectan en mayor medida los combustibles de los aviones y los aires acondicionados, además de los gases de las industrias químicas, pero lo que priva es culpabilizar al ciudadano contra quien se dirigen todos los ataques económicos, sanitarios y sicológicos… desviando la atención del problema para que no se identifique a los verdaderos culpables.

O nos espabilamos, o los cojones, al final, no van a servirnos para nada.