domingo, 28 de abril de 2024

 

LA ESPERANZA

 

Hierve mi mente, inquieta,

buscando una expresión,

una salida limpia, otra vieja poesía.

 

Se desliza el pasado sin presura,

desdibujándose entre un túmulo

de recuerdos sin vida,

hacia un ego lejano, casi irreal,

que no nos vio venir

hasta estas ruinas.

 

El presente, confuso, boquiabierto,

es pura encrucijada de anhelos paralíticos,

teñidos de nostalgia,

remedos de supervivencia,

sacados del bombín de la inclemencia,

y burdos equilibrios del clown que aún regentamos

sin demasiada fe en la trascendencia.

 

Y, agradeciendo este inmenso regalo

de la vida agridulce y la conciencia alerta,

sigo esperando sin medida.

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