martes, 30 de julio de 2024

EL PARÁSITO ASTRAL ERA UNA LARVA FEROZ

 

Cuando intentábamos determinar qué factores nos habían llevado a Mónica y a mí a una repentina y extraña crisis de salud, apenas consideramos la verdadera causa. Pero, poco a poco, y a través de una conversación con nuestra amiga Bea, (dietética “Árbol de vida” en Mutxamel), que nos aconsejó una limpieza astral con palo santo de toda nuestra vivienda, comenzamos a ver el origen del problema con mayor nitidez.

Por mi parte, realicé una sesión de péndulo en la que la intuición me llevó a desconfiar. Formulé cada pregunta tres veces y una de las respuestas cambió. Donde se me decía que no había parásitos astrales en nuestra casa, en la tercera ocasión que repetí la misma pregunta la respuesta varió.

Mónica, por su parte, realizó una sesión de Registros Akáshicos y, no sólo recibió confirmación y explicaciones precisas, sino que además visualizó el voraz parásito astral. Convencidos finalmente de la naturaleza de nuestro problema de salud, iniciamos una limpieza astral conjunta con palo santo que expulsó al parásito de nuestra vivienda.

Ya conocéis la trama principal de esta historia, ahora vamos a las circunstancias y al desarrollo de los hechos:

Martes, 23 de julio 2024. Maribel, buena amiga de Mónica, le comenta que se siente mal, extraña y deprimida, por lo que le agradecería una sesión de reiki. Recibimos a Maribel en nuestra casa por la tarde. Cuando se despidió, tras la sesión de reiki, lucía un rostro radiante y feliz, más acorde con su animoso y desenfadado carácter. 

Según Mónica, no sufría ningún desarreglo orgánico ni de los chacras, pero había recibido una influencia negativa del exterior, algo así como un mal de ojo, una envidia, un fario…

Hasta aquí todo bien, pero del bien sale el mal y viceversa.

Cuando Maribel le comentó a su pareja cómo pasó de su profundo malestar a sentirse liberada de la carga que lo producía, Blas solicitó inmediatamente una sesión de reiki para él.

Mónica le atiende el viernes por la tarde y le detecta un parásito astral, muy voraz, que llevaba enganchado en la cadera derecha. Esta larva era una gran boca circular con dientes puntiagudos dirigidos al centro y un cuerpecillo de gusano.

A Blas le provocó una inflamación en el mordisco, desequilibrio de los chacras y profundo malestar.

Se marchó, tras la sesión, muy agradecido y aliviado.

Durante este tipo de sesiones energéticas se crea una cloaca donde expulsar al parásito y las posibles energías negativas. Pero en esta ocasión el parásito astral, muy fortalecido, escapó. Esto es algo que nosotros no sospechábamos, aunque a Bea no le extrañaba nada.

Esa noche del viernes pasado comienza nuestro calvario.

Cuando yo intentaba conciliar el primer sueño, Mónica comienza una interminable serie de ayees y lamentos.

-¿Qué te pasa?

-¡Ay, me encuentro mal! ¡No puedo dormir!

Tras una terrible y larga media hora de quejidos se tranquilizó por fin y se durmió.

Entonces descubrí que era yo quien no podía dormir y sentía molestias en músculos y garganta.

Amanecimos el sábado ambos enfermos. Mónica con rinitis y yo con la garganta seriamente tocada (tos seca y molesta) y el cuerpo hecho una auténtica piltrafa, sin fuerzas para nada, sin el menor apetito y con una jaqueca ocular persistente.

Guardé mi desayuno en la nevera y me tomé un jarabe de hierbas, que preventivamente le compramos a Natalia el miércoles pasado.

Más tarde eché mano de la vitamina C en píldoras y me tumbé en la cama esperando mejorar siquiera un poco con el descanso.

El ayuno, el jarabe y la cama fueron cuanto pude aplicarme durante dos días, incapaz de levantar cabeza.

Supongo que el “bicho”, que Blas recibió de personas muy cercanas de su entorno familiar o laboral -según el péndulo, en esta ocasión lo primero-, fue saltando de unos a otros como una garrapata. A mí me dejó seco, o como suele decirse para el arrastre. Ya sé cómo me sentiré dentro de 15 años.

El lunes me encontré ligeramente mejorado y contento de que la faringitis no hubiera derivado en bronquitis. No obstante, seguí con el ayuno y las siestas a cualquier hora del día.

Mónica me pidió que fuera a la tienda de Bea a comprar bronquitorán en pastillas para su rinitis, ademas de la bebida de alpiste que consume habitualmente.

Fue entonces cuando Bea nos alertó de que el parásito, y no las radiaciones de las antenas 5G mierdoeléctricas en este caso, era lo que nos había enfermado, por lo que urgía una limpieza astral de la casa.

Antes de la limpieza conjunta con palo santo realicé una sesión de péndulo pidiendo sanación energética para Mónica y para mí.

Una vez me cercioré de la desaparición del voraz parásito astral, mediante la consulta al péndulo, revisé y programé mis ingestas antes de abandonar el ayuno.

El domingo me tomé la tostada con mermelada y el café del día anterior, todavía con desgana, pero me sentaron bien.

El lunes me tomé un granizado de café, además de la infusión de nuestra propia artemisa, el jarabe y la vitamina C.

Y hoy, martes me he tomado un yogur pequeño con mermelada y una mini galleta que me encontré en la calle hace tiempo (con su envoltorio plástico en perfectas condiciones).

Es obvio que vamos remontando poco a poco. Confiamos en recibir a nuestro amigo Francisco el próximo viernes sin problemas. Regresa de sus vacaciones en Barahona de las Brujas (Soria) con su mujer. Y como siempre nos trae unos regalos ya típicos, chorizo picante para mí y miel para Mónica. Gracias, Francisco.

He decidido definitivamente reintegrarme al pujante gremio de los comedores de alimentos sólidos, aunque prudentemente, sin excesos, abandonando la progresiva pérdida de peso de estos últimos días (4,5 kilos).

Nuevo aprendizaje de humildad y agradecimiento al mundo espiritual que nos guía y ayuda, (evitándonos pasar por manos de médicos de la farmafia).

Gracias también a los amables lectores de este blog.


2 comentarios:

  1. Buenas tardes Pedro, me alegro que el cuadro que habéis padecido esté ya superado. El parásito que defines como "astral" seguramente es un virus muy contagioso, en fin, lo importante es que lo habéis superado como dos campeones, sin acudir al médico ni a la farmacia...
    Muchos ánimos y fuertes abrazos para Mónica y para ti de nuestra parte.

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  2. Manuel, no creo que los viros te muerdan la cadera, ni que le hagan a Mónica sentirse tan mal como para que no pueda dormir.
    En mi caso me he encontrado fatal en alguna otra ocasión, pero tan exprimido y sin energías como en esta ocasión creo que nunca.

    Tengo entendido que nuestro entorno, tanto externo como interno está plagado de virus. Bacterias y virus se vuelven nocivos en los desequilibrios energéticos, pero no son intrínsecamente malos ya que forman parte de la beneficiosa biota personal.
    El virus más contagioso que conozco es el de la injusticia y la mentira.
    En cualquier caso, virus maligno o desequilibrio, nuestros recursos para superar la enfermedad o crisis de salud, consisten en favorecer en todo lo posible el sistema inmunológico, preferentemente con remedios naturales.
    Muchísimas gracias, Manuel, por tu comentario y tu amistad, que no sólo te inclina a poner atención a nuestras vidas sino que se alegra con nuestro bien.
    Pasadlo bien con los nietos y disfrutad del maravilloso entorno familiar que habéis creado.
    Besos y abrazos y mucha suerte para Manuela y para ti.

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