EL COLECCIONISMO
A todas luces, es completamente absurdo dedicarse al coleccionismo. Las fotografías de un viejo álbum lo demuestran a la perfección.
Tantos rostros y lugares reunidos
en el álbum o en una vieja caja, se van desdibujando mientras pierden color y
se llenan de polvo. Al mismo tiempo, los acontecimientos que pretenden evocar
se diluyen inexorablemente en el olvido.
El
coleccionista se enorgullece de sus adquisiciones como si fueran trofeos.
Cuanto más exclusivo es el objeto, más se ufana el coleccionista. Neruda dijo
que no todos los objetos se obtienen legalmente: “Habrá que perdonar al
coleccionista su desmedido afán de posesión, ya que el tiempo le arrebatará
todo como castigo”.
Algunos
coleccionistas, al ver crecer desordenados o mal cuidados sus tesoros, toman
conciencia de su error, pero desgraciadamente casi ninguno sabe cómo liberarse
de mamotretos y cachivaches que sólo aceptará otro coleccionista más loco que ellos. Querrán venderlos para recuperar parte de lo gastado, pero apenas se desharán de lo más interesante en humillantes regateos.
Los
coleccionistas a lo grande: motos, coches, joyas, cuadros o esculturas… pueden,
con suerte, obtener beneficios y no verán sus colecciones convertirse en polvo,
sino que conseguirán un sitio privilegiado en un museo, siempre que se espabilen
y eviten que sus herederos lo malvendan todo.
El
coleccionista antes o después comprobará, para su desgracia, que su colección o
colecciones se convertirán en él mismo… y que, ineludiblemente, forma parte de una
extraña colección que no piensa prescindir de él: la colección de los maniáticos
coleccionistas.
Sin embargo, amigo Pedro, si lo que coleccionas son palabras de amor, gratitud, humildad y empatía, y te encargas de ir transmitiéndolas a las gentes por voz, pluma o teclado, entonces la cosa puede que no ser tan lúgubre. Un abrazo.
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ResponderEliminarTouché.
ResponderEliminarMis colecciones son más prosaicas y me miran pensando "¿quién nos querrá cuando te vayas?"
Estos úiltimos días he estado encolando los lomos de los libros viejos y reforrando aquellos cuyo plástico se había "quemado" por los bordes o estaba viejo o defectuoso.
Vídeojuegos y DVDs de películas han ido a parar a altillos o armarios, por no tirarlos a la basura como tuve que hacer con videos y cintas de casete.
De una u otra forma, todos somos coleccionistas, más aún si creemos en la reencarnación.
Un abrazo, Fili.
Creo que todos hemos coleccionado algo. Yo sellos, vitolas, dvds, cds postales... Creo que la mejor colección es tener buenos amigos. Esa colección no sólo depende de ti. Hace falta que los otros también te acepten y te quieran como amigo. Esa merece la pena y no ocupa sitio.
ResponderEliminarAunque sólo te he visto una vez yo te tengo como amigo.
Un abrazo
No paro de darte las gracias, pero es que no me queda otro remedio.
ResponderEliminarPuedes considerarme tu amigo igualmente, no voy a ser menos, carajos.
Además de la simpatía que nos inspiramos mutuamente, creo que nos une una visión abierta, positiva y poética en nuestra existencia con clara voluntad de supervivientes.
Eso sin contar que tu pueblo lo conocí con 8 y 9 años.
Un fuerte abrazo.