Este rap ya me ha costado perder un amigo.
Políticos corruptos e incompetentes, medios de comunicación farsantes, jueces vendidos, empresarios inmorales... tejen a diario una red inhumana que prospera gracias a nuestra falta de compromiso, miedos e irresponsabilidad.
EL RAP DE SATANÁS
Voy a intentar rapear
a lo bestia con un par.
Ratas de laboratorio
y carne de cañón;
borregos acojonados
del 5G al paredón.
Dictadura mundial,
exterminio colosal.
Vamos mal, vamos mal.
No nos dejan respirar.
Nos confinan y separan.
¡A mear al orinal!
La banderilla letal
nos la quieren ya clavar.
¡Nadie se les va a escapar!
¡Se acabó la farsa absurda
de la falsa libertad!
¡La tiranía encubierta
triunfa sobre la Verdad!
Se disipó el dulce sueño
de vida con calidad.
Dictadura mundial,
exterminio colosal.
Vamos mal, vamos mal.
En la ruina y puteados
mal lo vamos a pasar.
Nos acosan con el miedo,
roban nuestra humanidad.
Con planes macabros buscan
someternos sin piedad.
Dictadura mundial,
exterminio colosal.
Vamos mal, vamos mal.
Asfixiados y febriles
vamos a la esclavitud.
Bueyes mansos, asustados,
suplicando la salud
a las hienas miserables
que nos hunden la testuz.
Dictadura mundial,
exterminio colosal.
Más que mal, vamos fatal.
¿Cómo está triunfando el mal?
Con 5G y vacuna criminal.
Os ruego desde mi tumba
no os dejéis acobardar,
y a los que améis abrazad.
Confiad unos en otros.
¡No os vayáis a vacunar!
¿Dónde iremos a parar?
Dictadura mundial,
exterminio colosal.
Es preciso despertar
y mostrar que pues vivimos
nos podemos rebelar
y crear un nuevo mundo
de hermandad, justicia y paz.
Eres un caso perdido, Pedro. Pero no me perderás como amigo. Jajaja
ResponderEliminarTe propongo, Fili, un ejercicio de imaginación:
ResponderEliminarTodos los seres humanos, uno detrás de otro, caminando hacia un abismo, mientras cantamos canciones como: "Qué buenas son las madres ursulinas, que buenas son, que nos llevan de excursión".
En psicología se estudia un curioso fenómeno de conducta. No se ve el peligro, a pesar de las señales luminosas que lo pregonan, porque no se espera que ocurra algo así y por tanto no se cree en él.
En uno o dos años, los estragos de la crisis económica, derivados de la pésima gestión de la Plandemía, nos pondrán a los pies de los buitres carroñeros, ¿qué le vamos a hacer? Es tan sólo mala suerte.