viernes, 19 de febrero de 2021

 

O TEMPORA, O MORES

 

Cuando salgo a comprar llevo el alma encogida, el corazón encogido, y no sé cómo evitar tanto lúgubre empandemiado, que circula a resguardo de su mordaza más o menos reglamentaria.

La mayoría de ellos son gente tolerante, van a lo suyo; algunos se fuman un cigarro o llevan la mordaza bajada mirando ansiosamente, como yo, por si pueden sufrir algún ataque inesperado.

Las monstruos, las brujas del demonio, son escasas, pero ahí están, supliendo a los poderes corruptos de la porra y la multa abusiva, nauseabunda y obscena.

Unas me increpan abiertamente, me exigen que me tape mis vergüenzas, (la nariz y la boca), otras murmuran blasfemias contra mí, fuertemente indignadas, mientras se alejan derramando imprecaciones abyectas y malignas a su justiciero paso.

De nada sirve que les hable, que les diga que la calle es de todos. O les recuerde que el indefenso soy yo, que ellas van protegidas.

-¡Esto es insoportable! ¡Habrase visto semejante descaro!

Me amargan la existencia para imponer este fascismo nazi de estar todos jodidos, como manda la tele.

Yo aguanto como puedo, pero esto va cada vez a más, me siento atribulado.

Sólo deseo respirar en paz, no pretendo merecer y alcanzar el martirio. Pájaros, perros y gatos pueden respirar sin más, pero nosotros no, estamos condenados.

Los poderes inmundos están contaminando la sociedad de mentiras groseras y miedos infundados. En la intimidad se ríen de nosotros a carcajada limpia, viéndonos confundidos y asustados.

Quieren lograr que surja al exterior de todas las personas lo peor de ellas mismas, dividirnos, y así, sin mancharse las manos, controlarnos y adueñarse del mundo con descarado engaño.

Hoy me reprochan las harpías, agriamente, que ande por la calle sin pandemio; mañana censurarán mi voz y, cuando me declaren oficialmente disidente, contrario al Nuevo Régimen Fascista, acabará conmigo la que hoy es incipiente Inquisición feroz tan desalmada.

Y como es lo preceptivo, del odio que envenena sus almas me acusarán a mí, ajusticiándome por un intolerable delito de odio contumaz contra el fascismo.

(Pero fumar está, sin restricción alguna, consentido).   

4 comentarios:

  1. Solamente una pequeña aclaración, Pedro: los miedos no son infundados. Tú, tan rastreador de verdades, acércate por cualquier hospital. A mí, como sanitario, me preocupa que puedas decir tal cosa. El miedo es libre, cierto, pero, en este caso, no infundado. Te diré lo que yo hago a diario, por si te sirve: en la calle, con mascarilla. pero cada mañana salgo al campo con mi perrita y me tiro varias horas en completa libertad. Recargo pilas. Un abrazo.

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  2. El que exista la covid-19 y ocasione enfermedad y muerte lo doy por cierto, como también lo beben ser el cáncer, el sida, la gripe, etc...
    Yo, de niño, tenía mucho miedo al cáncer. Y me preocupaba todavía de joven, cuando era fumador, morir de cáncer, porque era lo más terrible que me podía pasar y me sentía indefenso ante un enemigo tan misterioso e impío.
    El ébola mereció alarmas considerables en los medios durante un tiempo. La gripe aviar provocó la compra masiva de virales.
    ¿Cual es la verdadera naturaleza de la covid-19? ¿Es un arma biológica diseñada para crear terror, apoyándose en un alarmismo constante en los medios de comunicación, aprovechando las radiaciones electromagnéticas y los tratamientos inadecuados de los hospitales y residencias de ancianos?
    El INDEF, (Índice Nacional de Defunciones), ofrece los siguientes datos, que aparecen en la web del Gobierno:
    En 2020 murieron en España 401.359 personas
    En 2019 murieron en Esoaña 418.556 personas (17.197 más que en 2020)
    En 2018 murieron en España 427.967 personas (26.608 más que en 2020)
    En 2017 murieron en España 422.142 personas
    En 2016 murieron en España 409.363 personas
    En 2015, (aquí lo dejo) 423.014 personas

    A principios de 2021 el 98,76% de la población mundial continua sin estar contagiada y el 99,97% sigue sobreviviendo al virus.

    En noviembre de 2020 la OMS pidió a los gobiernos contabilizar como casos Covid todos los casos "sospechosos" (no confirmados).
    Gracias a las PCR, (en muchos casos trucadas de ciclos), dos meses después los "infectados de covid" mundiales totales pasaron de 56.464.316 a 96.625.755. (171% más)
    Y las muertes por covid-19 pasaron de 1.353.786 a 2.065. 698 (152,5% más)
    Estos aumentos brutales en los datos oficiales delatan un cambio de criterio extraño en la consideración de los efectos reales de la covid-19 o una ineficacia flagrante de las medidas sanitarias. ¿A ti qué te parece?

    Yo también recargo pilas cuando me dejan, es mucho más aconsejable que pecar con la vaca inmunda.

    Creo haber dejado claro que miedos infundados puede no ser la mejor explicación, pero miedos fundamentados en exageraciones, mentiras y manipulaciones en propaganda contumaz de los medios informativos y mordazas innecesarias en espacios públicos, en escolares, y sobre todo en disidentes, haberlos haylos.

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    1. No sé, Pedro. En su día yo realicé una búsqueda en los datos del INE para conocer el posible exceso de mortandad en España en 2020. Naturalmente, los datos eran incompletos. habrá que esperar al informe definitivo. pero me salían sobre 20.000 muertes más que en 2019. Admitamos que en esto aún hay confusión. Vale. Lo que no me entra en mi cabecita es qué interés pueda n tener los superpoderes mediáticos, políticos y financieros en exagerar artificiosamente los efectos d ela pandemia. Podrían haberlo hecho con el ébola, el Sida, la gripe A... ¿Por qué ahora? Todas las economías mundiales -excepto la China- se han dado el batacazo. No sé, Pedro. Me parece demasiado peliculero.

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  3. Te respondo lo mejor que puedo, con los datos y explicaciones recogidas de otras personas.
    El ébola, el zika y la gripe aviar pretendieron aterrorizar a la población sin éxito. Fueron los primeros pasos de la actual conspiración para reducir la población mundial y dominar el mundo desde un Nuevo Orden Global.
    La OMS, entonces, cambió la definición de Pandemia, eliminando el requisito de una mortandad muy elevada por el criterio de expansión en muchos países. (Visto así, la gripe es otra pandemia).
    Gracias a este cambio de valoración en las Pandemias, se lanzó el mensaje de combate gubernamental, que implicaba restricciones de movilidad, acuartelamiento domiciliario, colapso de la economía, mascarillas y prácticas de índole criminal (malas prácticas) con enfermos avanzados de residencias y hospitales.
    Lo demás ha sido un tira y afloja en el que nos mantienen en estado de guerra, sin derechos civiles y sufriendo una información alarmista y antidemocrática.
    No es un combate sanitario, sino de sometimiento político de la población para ir imponiendo nuevas restricciones y nuevos protocolos criminales, supuestamente "salvadores", como las famosas "vacunas".
    Al mismo tiempo están destruyendo el tejido productivo para debilitar cualquier reacción u oposición social.
    Han conseguido empandemiarnos, confinarnos, aterrorizarnos, arruinarnos con un mensaje falso repetido hasta convertirlo en una verdad indudable, (técnica nazi que consiste en imponer una mentira inverosímil al proclamarla con la mayor contundencia y resonancia): "Estamos a merced de un virus letal, que la medicina no puede detener si no es con vacunas experimentales".
    Me/te preguntarás cómo es posible que tanta gente funcionaria, de los medios de comunicación y personal sanitario consienta esta locura.
    Recuerda que se silencia o castiga al disidente, que determinada información se oculta y que se evita todo debate sobre la realidad con la Verdad Única.
    En la guerra no hay cuartel y esta es una guerra soterrada contra la ciudadanía.
    Las mentiras de Hitler son un ejemplo de lo que se puede conseguir engañando a la población.
    Algo va rematadamente mal y la mayoría, bloqueada su capacidad de razonar por una propaganda terrorista, no puede verlo.
    Por si te interesa informarte mejor sobre el Nuevo Orden Mundial, el Foro de Davos, "los filántropos" Soros, Gates y el club Bilderberg... vuelvo a recomendarte el libro de Cristina Martín Jimenez "La verdad de la Pandemia". Terminé de leerlo esta semana.
    Me aliviarías tremendamente la tarea de explicarte este punto de vista si lo lees.
    Gracias de todas maneras, Fili.
    La prudencia es mejor consejera que el miedo. Cuídate de los idus de marzo.

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