MENTIRAS
FLAGRANTES PARA MANTENER EL TERROR Y LA CAMPAÑA DE VACUNACIONES
Al grano,
amigo, que nos estamos volviendo locos.
1ª
parte
En el
editorial de la revista Discovery DSalud del pasado mes de febrero se publica
el número de defunciones incorporadas al Índice Nacional de Defunciones en
España con fecha 22 de enero de 2021.
La cifra de 401.359 defunciones en 2020 llama la atención porque se
suponía que el año de la pandemia se había “llevado” más personas de este país
que los años anteriores sin pandemia.
Pero resulta
que, según estos datos gubernamentales, en 2019
murieron 418. 556 personas, (17.197 más que en 2020)
Y en el año 2018 murieron 427.971 personas en España, (26.608 muertes más que en el año de la pandemia).
Cuando el
poder político trilero comprende que estos datos contradicen su discurso
plandemiológico vigente, saca un nuevo Índice Nacional de Defunciones, alegando
que los datos se completan pasado un mes completo con posterioridad al año
computado.
¿Cuántos muertos
se agregan en el nuevo Índice Nacional de Defunciones, (para los 9 días que
faltaban de enero por computar), al año 2020?
¡62.444!, (¡Igualo y subo 50.000!) Han cambiado el dato de la
mortalidad de 2020
a 463.807
defunciones de un plumazo.
Si dividimos
400.000, (valoración media de la mortalidad anual de los últimos 25 años),
entre doce meses, observamos que nos da 33.333 muertos por mes. Esta media
mensual nos puede orientar sobre la inflación tan brutal del índice de
mortalidad tras la rectificación del dato que estamos considerando.
Aún queda
una sorpresa: La página de Internet que ofrece esta “sabrosura” califica de BULO la
publicación de la lista del 22 de enero del 2020, ¡proporcionada por la web del
Gobierno!
2ª
parte
Luis Alberto
Aguilar, doctor virólogo colombiano, emite un video explicando la naturaleza y
peligros de la llamada vacuna Pfizer.
Tras aclararnos
que el tema de los materiales genéticos es su campo de trabajo e investigación, expone:
Las vacunas
se basan en introducir en un organismo animal material con bacterias o virus
atenuados. No es el caso de la Pfizer que inocula material genético (ARN).
Esta terapia
genética de la Pfizer, basada en un retrovirus de cerdo, desarrolla anticuerpos
contra la Covid.
Pero, (esto
se nos oculta), nuestras polimerasas, en un proceso de retro-transmisión,
insertan el gen exógeno en la memoria genética del ADN, convirtiéndonos en
seres transgénicos.
Según el
doctor Aguilar, el copiado y pegado de este material genético por parte de las
nucleasas en el ADN, a menudo se realiza de forma imprecisa e incorrecta.
Entonces, se
desarrollan enfermedades de tipo autoinmune incurables e incluso letales, como el
síndrome de William Barrett que afecta al sistema nervioso periférico,
produciendo parálisis temporal y dolor en músculos faciales, del pecho y las
piernas; lupus; cáncer; mutaciones…
El doctor
Aguilar pronostica que un 50% de los vacunados, en los próximos 10 años
desarrollará alguna de las enfermedades de tipo autoinmune señaladas.
Y cierra su
video recordándonos que las compañías Pfizer y Moderna están blindadas contra
cualquier reclamación, por lo que son tan inviolables (legalmente irresponsables)
como nuestros reyes, el de curso legal y el demérito.
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