El show de la “plandemia”
Todo lo que sabemos a pesar
de los medios de comunicación
Por
José Antonio Castro
Hace ya mucho tiempo que el periodismo
dejó de existir. Cuando el periodismo era una profesión decente era de gran
utilidad, se le llamaba incluso el cuarto poder, título que desgraciadamente
puede seguir ostentando, aunque ahora con fines mucho menos edificantes. Ahora
los medios de comunicación y los periodistas que los conforman son simplemente
sicarios y mamporreros de sus pagadores. Ya no hay prensa libre, ya no existe
el periodismo de investigación que en tiempos pretéritos ha ayudado a destapar
a gobiernos e instituciones con planes muy oscuros como los que hoy nos está
tocando vivir.
La plandemia en la que estamos inmersos
es en buena medida fruto del periodismo. Hay que destacar que antes un
periodista era una persona que informaba de la realidad, y se preocupaba de
indagar y buscar la verdad y ofrecérsela al público, exponer la verdad al
dominio público. Ahora los periodistas son licenciados en Ciencias de la
Información, debe de estar aquí la madre del cordero, ya no son periodistas,
ahora son otra cosa. Tenemos la inmensa desgracia de vivir tiempos en los que
no hay ni un solo medio de comunicación, ni uno solo, ni en televisión, ni en
prensa escrita, ni en radio, ni en plataformas de internet que hayan tenido la
decencia de investigar e informar a la gente de lo que está pasando.
Solo las personas que van por libre y
que no dependen de un sueldo en alguno de los medios de comunicación oficiales
se atreven a informar y exponer la realidad. También en internet supuestos
canales de periodismo libre abundan en esta inmensa farsa simplemente porque
obedecen y buscan réditos políticos aprovechando la confusión general para
barrer para su casa ideológica.
Asistimos a diario desde hace meses a
una terrorífica campaña mediática sin precedentes. Los medios manipulan sin
tapujos y aterrorizan a la población sin descanso. Supuestos expertos bien
pagados asisten a tertulias y debates diarios en los que se demoniza a
cualquier disidente, se le ataca sin piedad, se le ridiculiza y desprecia.
Recordemos que prácticamente todos los medios han recibido suculentas
subvenciones que han sido pagadas con nuestros impuestos.
Sabemos que la “plandemia” es una
maniobra de los gobiernos para quitar las libertades y para someter a la
población.
Sabemos que las muertes han sido provocadas por malas praxis médicas, por tratamientos impuestos por la OMS que no solo no ayudaban a los enfermos sino que directamente provocaban o aceleraban las muertes.
Sabemos que la mayoría de los muertos
que ha habido han sido gente mayor en residencias, gente que han sido
abandonadas a su suerte y que han pasado solos los últimos días de sus vidas
sin contacto con otras personas, sin poder ver a sus familiares, sin
tratamientos médicos, asustados, aislados, malnutridos, desesperados,
aporreando puertas cerradas con candados pidiendo auxilio. Han muerto por miedo
y abandono.
Sabemos, gracias a unos médicos
italianos que se saltaron la prohibición de la OMS de realizar autopsias, que la
gente estaba recibiendo tratamientos inadecuados y que murieron a consecuencia
de ellos.
Sabemos poco del supuesto virus, pero
poniéndonos en el caso de que sea una mutación de un coronavirus, recordemos
que, según los virólogos oficiales, los coronavirus son virus comunes, muy
comunes, tan comunes como que son los virus que provocan las gripes y
resfriados desde siempre.
Sabemos que las personas que más se
vieron afectadas estaban previamente vacunadas de la gripe y/o sufrían
patologías previas.
Sabemos que la tasa de mortalidad del
virus es muy baja y que por tanto en ningún caso están justificadas las medidas
que se han tomado.
Sabemos que las vacunas de la gripe no
son efectivas.
Sabemos que los test que se hacen para
detectar lo que han venido en llamar nuevos rebrotes, son inespecíficos, pueden
detectar cualquier patógeno, con lo cual la posibilidad de dar positivo es muy
alta, pero no necesariamente detectan coronavirus.
Sabemos que el inventor del test PCR
dijo en varias ocasiones que se estaban utilizando los mismos para algo para lo
que no fueron diseñados. Lo ha denunciado públicamente en varias ocasiones.
Sabemos que lo que realmente buscan con
la realización de test PCR es crear la sensación de una rápida expansión de una
epidemia inexistente.
Sabemos que ahora a una persona sana se
le puede colgar la etiqueta de asintomático.
Sabemos que tienen la intención de
utilizar estos supuestos rebrotes para seguir con su estrategia de recorte de
derechos y libertades, terminar de hundir la economía y llevarnos a la más
absoluta de las ruinas.
Sabemos que las mascarillas no sirven
absolutamente para nada; bueno, sí, para que la gente inocente que confía en lo
que dicen en las televisiones crea que está haciendo una labor impagable hacia
los demás ciudadanos: «Están impidiendo la trasmisión del virus», les dicen,
les engañan, pero lo hacen por nuestro bien.
Sabemos que las mascarillas son muy
perjudiciales para la salud.
Sabemos que la distancia social no es
más que una medida que provoca mucho sufrimiento y que va en contra de la salud
mental de las personas.
Sabemos que el arresto domiciliario,
confinamiento que dicen utilizando descaradamente un lenguaje militar, no ha
servido para nada. Ha sido una medida destinada únicamente a la destrucción del
tejido productivo y al empobrecimiento general de la población.
Sabemos que los políticos nunca se han
preocupado de la salud de la población, ¿por qué iban a hacerlo ahora por
primera vez en la historia?
Sabemos que los medios de comunicación
son los responsables directos de insuflar y propagar un terror en la población
que está causando un daño irreversible.
Sabemos que el daño psicológico que toda
esta pantomima va a causar en los niños va a ser muy grave.
Sabemos mucho, sabemos demasiado como
para dejar que nos sigan tomando el pelo.
Sabemos que esto no es una pandemia
sanitaria: es una PLANDEMIA criminal orquestada para destruir y someter
naciones: tenemos datos, evidencias, testimonios, grabaciones y ciencia de la
de verdad que nos respalda; todo lo que los medios de comunicación han
intentado ocultar, pero afortunadamente no han podido.
Tenemos la razón y la verdad de nuestro
lado. Todo lo que ya sabemos lo sabemos gracias al esfuerzo personal en buscar
información que no se encuentra en los medios del sistema y que se trata de
ocultar y censurar constantemente.
Si logramos entre todos difundir la
realidad de la “plandemia”, cuando todo esto acabe vamos a tener que pedir
responsabilidades a todos los medios de comunicación por cómplices de los
políticos. Tienen que ser juzgados y tendrán que pagar por el inmenso daño que
están haciendo a la sociedad a la que irónicamente dicen servir. Estamos en una
guerra y los medios de comunicación en España son la propaganda del sistema.
(El resaltado en rojo es mío).
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