sábado, 7 de agosto de 2021

 

 

Por querer a alguien pinchar

dos mil peones vinieron,

que mi pellejo escogieron

pa poderlo banderillear.

 

Conste, pues, que me agredieron,

que en mi pacífico hogar

ni me dejaron cagar,

pues con crueldad irrumpieron.

 

Ni los lobos, al cazar,

más violencia pusieron

en el empeño que hicieron

sus ganas de atravesar

 

la piel que padres me dieron.

Y por eso, yo, a negar

virtud alguna sin par

a las vacunas que fueron,

 

me da susto declarar,

no vaya a ser que volvieran,

crueles, ellos, e insistieran

en más puntazos que dar.

 

 

 

 

VERSIÓN DEL MENDA DEL BLOG

 

 

Ansiosos por inyectar

a algún miserable lego

mi vil pellejo escogieron

buscando banderillear.

 

Conste, pues, que me agredieron

en mi pacífico hogar,

sin dejarme ir a cagar,

pues con crueldad me jodieron.

 

Los felinos al cazar

no resultan ser tan fieros

como aquellos que vinieron

rabiosos por me pinchar.

 

La piel mis padres me dieron

pa vivir y respirar

y no pa aguantar puyazos

que me puedan enfermar.

 

Esto declaro con miedo,

con temor de que volvieran

con jeringas traicioneras

la faena a rematar.

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