ALGUNAS REFLEXIONES PARA TIEMPOS CONFUSOS
La corriente
oficial de opinión pública, (propalada principalmente por vía televisiva), con
pretensiones de Pensamiento único, acuñó el término “negacionista” para los
disidentes, investigadores y críticos disconformes con las actuaciones y con la
versión sesgada de los hechos, (relativos a una dudosa Pandemia), que
sustentaron y aún sustentan el Gobierno de la Nación y los Gobiernos de las
Comunidades de España.
Los
representantes políticos, personajes públicos y científicos mercenarios lograron
imponer así el terror ante un mortífero y extraño virus supuestamente muy
contagioso, apelando a una técnica corrosivamente alarmista.
Poco a poco,
con la excusa del peligro letal que se cernía sobre la humanidad entera,
implementaron medidas como la obligatoriedad general de llevar mascarillas en
todos los espacios públicos; confinamientos sucesivos de toda la población
durante meses, (obligando a muchos sectores económicos al cierre ruinoso) y
finalmente presionaron severamente a la población hacia unas “vacunaciones” muy
peligrosas, (sin suficiente experimentación y utilizando ADN y ARNm por primera
vez en humanos, junto con otras sustancias capaces de producir trombos
sanguíneos y magnetismo celular), sin prescripción médica, ni consentimiento informado,
con nula garantía ante posibles efectos secundarios adversos y sin avales
científicos de los efectos reales positivos y negativos de las nuevas terapias
genéticas.
A los
buscadores de la Verdad les aplicaron el calificativo que mejor les
representaba a ellos, los artífices en el poder de la terrible farsa que
estaban cocinando: “negacionistas”.
Pero quienes
se empecinaban en no investigar, ni estudiar informes de investigadores serios,
ni averiguar las causas y realidad de la supuesta Pandemia… eran las autoridades
políticas, científicas y sanitarias apoyadas por unos medios de comunicación comprados,
(los cuales han rechazando todo debate e informes alternativos).
El control
sobre la opinión pública crítica y alternativa llegó a casi todas las
plataformas de Internet. Escribir en un mismo texto coronavirus y 5G, por
ejemplo, llevaba apareado el mensaje fulminante: “impublicable”; y los videos
con información disidente recibían y aún reciben un par de strikes y el cierre
del canal emisor a continuación.
El mayordomo
español de los intereses del Nuevo Orden Mundial, el señor Sánchez, ha
conseguido el objetivo que le propusieron sus amos de vacunar a un 65%, como mínimo,
de la población española. Ahora podemos relajarnos un poco: ya no sufriremos
los duros ataques para ciudadanos insumisos, con nuevas olas pandémicas salvajes,
(estadísticamente falsas), aunque procurarán mantenernos atemorizados, sumisos
y resignados.
Obvío la
refutación de todas las mentiras de los conspiradores extranjeros y españoles
en esta Plandemia, lo que sería conveniente realizar pormenorizadamente en un
libro bien documentado, y recuerdo a mis lectores cuerdos que la técnica
fascista de acusar a los demás de lo que uno es culpable la seguirán utilizando.
Cuando la
escasez progresiva de productos de consumo, el cierre parcial o total de
Internet, las muertes y problemas mentales crecientes aparezcan por nuestro
horizonte de seguridades y comodidad… dirán que toda la culpa es de los “negacionistas”.
Esa será la
única verdad de los inhumanos esclavistas desalmados que nos gobiernan, porque
los negacionistas son ellos.
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