lunes, 11 de octubre de 2021

 

ALGUNAS REFLEXIONES PARA TIEMPOS CONFUSOS

 

La corriente oficial de opinión pública, (propalada principalmente por vía televisiva), con pretensiones de Pensamiento único, acuñó el término “negacionista” para los disidentes, investigadores y críticos disconformes con las actuaciones y con la versión sesgada de los hechos, (relativos a una dudosa Pandemia), que sustentaron y aún sustentan el Gobierno de la Nación y los Gobiernos de las Comunidades de España.

Los representantes políticos, personajes públicos y científicos mercenarios lograron imponer así el terror ante un mortífero y extraño virus supuestamente muy contagioso, apelando a una técnica corrosivamente alarmista.

Poco a poco, con la excusa del peligro letal que se cernía sobre la humanidad entera, implementaron medidas como la obligatoriedad general de llevar mascarillas en todos los espacios públicos; confinamientos sucesivos de toda la población durante meses, (obligando a muchos sectores económicos al cierre ruinoso) y finalmente presionaron severamente a la población hacia unas “vacunaciones” muy peligrosas, (sin suficiente experimentación y utilizando ADN y ARNm por primera vez en humanos, junto con otras sustancias capaces de producir trombos sanguíneos y magnetismo celular), sin prescripción médica, ni consentimiento informado, con nula garantía ante posibles efectos secundarios adversos y sin avales científicos de los efectos reales positivos y negativos de las nuevas terapias genéticas.

A los buscadores de la Verdad les aplicaron el calificativo que mejor les representaba a ellos, los artífices en el poder de la terrible farsa que estaban cocinando: “negacionistas”.

Pero quienes se empecinaban en no investigar, ni estudiar informes de investigadores serios, ni averiguar las causas y realidad de la supuesta Pandemia… eran las autoridades políticas, científicas y sanitarias apoyadas por unos medios de comunicación comprados, (los cuales han rechazando todo debate e informes alternativos).

El control sobre la opinión pública crítica y alternativa llegó a casi todas las plataformas de Internet. Escribir en un mismo texto coronavirus y 5G, por ejemplo, llevaba apareado el mensaje fulminante: “impublicable”; y los videos con información disidente recibían y aún reciben un par de strikes y el cierre del canal emisor a continuación.

El mayordomo español de los intereses del Nuevo Orden Mundial, el señor Sánchez, ha conseguido el objetivo que le propusieron sus amos de vacunar a un 65%, como mínimo, de la población española. Ahora podemos relajarnos un poco: ya no sufriremos los duros ataques para ciudadanos insumisos, con nuevas olas pandémicas salvajes, (estadísticamente falsas), aunque procurarán mantenernos atemorizados, sumisos y resignados.

Obvío la refutación de todas las mentiras de los conspiradores extranjeros y españoles en esta Plandemia, lo que sería conveniente realizar pormenorizadamente en un libro bien documentado, y recuerdo a mis lectores cuerdos que la técnica fascista de acusar a los demás de lo que uno es culpable la seguirán utilizando.

Cuando la escasez progresiva de productos de consumo, el cierre parcial o total de Internet, las muertes y problemas mentales crecientes aparezcan por nuestro horizonte de seguridades y comodidad… dirán que toda la culpa es de los “negacionistas”.

Esa será la única verdad de los inhumanos esclavistas desalmados que nos gobiernan, porque los negacionistas son ellos.

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