domingo, 19 de marzo de 2023

 

La vida nos espera en cada encrucijada

probando nuestra incierta y presunta valía,

-aunque dorados ambos, el oro es preferible a la pirita-.

Inútil enrocarse, sacar pecho, huir en desbandada.

Toda batalla la libramos dentro, sin trucos ni alharacas…

mientras nuestro yo superior por compasión nos mira.

Ningún remedio sirve mucho tiempo,

pues la verdad se impone finalmente,

y cada alma, tras la muerte,

queda desnuda y expuesta ante sí misma.

¡Cuántas veces caí creyéndome salvado!

¡Cuántas veces fallé por pura cobardía!

Aprende dignidad, hombre pequeño,

mientras te queden días.

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